Al "zafiro de mar" lo han bautizado como el animal más bello del mundo o el ser vivo con los colores más espectaculares. Su fama le vino hace algo más de un año, a partir de un vídeo en el que uno de estos copépodos aparecía y desaparecía bajo el agua creando unos curiosos efectos visuales. Estos crustáceos del tamaño de una hormiga viven en los mares tropicales y subtropicales de todo el mundo y cada especie produce una serie de colores iridiscentes a medida que la luz se refleja en sus cuerpos con diferentes ángulos.
Hasta ahora, los científicos achacaban este efecto al reflejo de la luz en las placas microscópicas en forma de panal de abejas en la superficie del copépodo, pero un estudio más detallado que se publica esta semana en la revista Journal of the American Chemical Society indica que los cambios de reflexión de producen a un nivel todavía más pequeño, en el citoplasma de las células.
Los autores del trabajo han descubierto que los intersticios de entre 50 y 200 nanómetros juegan un papel clave en la forma en que la luz se refleja sobre el copépodo y que, en algunos casos, cuando ésta entra en un ángulo de 45 grados, el rango pasa del espectro visible al ultravioleta, lo que hace al animal literalmente invisible, como se observa en el vídeo. Estos hallazgos pueden servir para desarrollar nuevos métodos de camuflaje en los que la luz se refleje sobre la superficie en un nivel indetectable para el ojo.
Referencia: Structural Basis for the Brilliant Colors of the Sapphirinid Copepods (Journal of the American Chemical Society) DOI: 10.1021/jacs.5b05289
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