Cóctel explosivo en la jornada de segunda ronda de la Copa, que pudo costar un disgusto en alguno de los dos campos que tuvieron fútbol, en pleno septiembre tórrido, nada menos que a las cinco de la tarde. El Albacete-Arenas y el Tudelano-Atlético Sanluqueño se disputaron bajo temperaturas infernales, curiosamente la misma semana en la que La Liga había anunciado que podrían suspenderse partidos debido a la ola de calor que recorre nuestro país.
Pero ya es de sobra conocido que Liga y Federación, Tebas y Villar, no son precisamente entes con sinergia. Por ello, la RFEF ni siquiera se planteó modificar la hora del saque inicial de los encuentros. En el Carlos Belmonte de Albacete, lógicamente casi vacío (hay que recordar que al sol de justicia se unía el hecho de ser día laborable), se rozaron, por ejemplo los cuarenta grados (39), con la ciudad manchega en alerta amarilla por culpa del mercurio.
Fueron Albacete (2-0) y Tudelano (1-0) los que terminaron pasando de ronda merced a sendas victorias locales. Ni los 39 grados de unos ni los 34 de los otros consiguieron frenar los goles, aunque ambos choques dejaron patente, una vez más, la dejadez de las instituciones futbolísticas españolas, que se agudiza en un torneo tan venido a menos como la Copa del Rey.
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