El italiano Vincenzo Nibali derrocó al colombiano Esteban Chaves (Orica) y se enfundó la 'maglia' rosa en la penúltima etapa del Giro, entre Guillestre y Sant'Anna di Vinadio, en cuya cima se coronaron el estonio Rein Taaramae, ganador de la jornada, y el español Alejandro Valverde (Movistar), que escaló al podio.
Valverde desbancó del tercer puesto al holandés Steven Kruijswijk (Lotto Jumbo), que no pudo sobreponerse al golpe físico y moral tras su caída de ayer en la primera etapa alpina, que le condenó, a la postre, a perder el Giro de Italia cuando tenía todo en sus manos para conseguirlo.
Nibali renació en Los Alpes y se mostró como el más fuerte en los instantes finales de la 99ª edición del Giro de Italia. Perseveró y no cejó en su empeño de distanciar a un Esteban Chaves que, salvo sorpresa mayúscula en Turín, se tendrá que conformar con el segundo puesto del podio.
La cima de Santa Ana fue testigo de un Nibali que llegó pletórico a la meta y acaricia su segundo Giro -ya ganó en 2013- y su cuarta vuelta 'grande' tras conseguir también el triunfo en la Vuelta a España de 2010 y el Tour de Francia en 2014.
Valverde tambien consiguió su hazaña con su primer podio en el Giro, en su primera participación. El 'Bala' entra en un selecto club de corredores que han logrado el podio en las tres grandes después de las seis ocasiones que lo ha hecho en la Vuelta, triunfo incluido en 2009, y el tercer puesto en el Tour de la temporada pasada.
En la Colle della Lombarda, el italiano Michele Scarponi (Astana) lanzó a un Nibali que marchó desbocado a por el Giro. Chaves y Valverde aguantaron al principio, pero cedieron ante un corredor italiano inmenso.
El español pudo reaccionar, pero a Chaves le fallaron las fuerzas y se fue hundiendo poco a poco, hasta despertar del sueño de ganar su primera 'grande'.
Nibali y Valverde fueron los grandes triunfadores en la segunda etapa alpina, que contaba con un recorrido relativamente corto, de 134 kilómetros, pero sin respiro.
Hasta la línea de meta, esperaban cuatro puertos, tres de ellos de primera categoría: Col de Vars, Col de la Bonette y el Colle della Lombarda, y la última subida al Santuario de Santa Ana, de tercera.
La carrera arrancó con mucho ritmo y con un intenso movimiento de los corredores del Movistar y Astana, que lanzaron en el Col de Vars al italiano Giovanni Visconti y al estonio Tanel Kangert por delante. Junto a ellos, otros seis corredores confeccionaron una fuga en la que el español Mikel Nieve (Sky) perseguía el maillot de la montaña.
Muchos frentes abiertos en la última etapa montañosa de la ronda italiana. En juego: la etapa, el maillot de la montaña y el premio gordo, la general.
La escapada fue ganando adeptos y Nieve aprovechó un despiste para probar fortuna a 92 kilómetros para la línea de meta. El español coronó en solitario la Bonette y se aseguró el maillot de la montaña, que suma a su triunfo de etapa durante la ronda italiana.
En el pelotón, el Movistar tomó la alternativa del Orica en la cabeza del grupo para imprimir un ritmo alto en las rampas de la Bonette. A su estela, Steven Kruijswijk se mantenía en carrera tras sufrir el varapalo en la etapa del viernes.
La bajada hacia la Colle della Lombarda sirvió para que los fugados cazaran a Nieve, mientras que Valverde trató de sorprender cuesta abajo. Pero la carrera esta vez se decidiría subiendo y los favoritos reservaron fuerzas para la última cota de primera del día, fundamental para sus aspiraciones.
En este último puerto, por delante, Taaramaae sorprendió al estadounidense Joseph Lloyd Dombrowski, el colombiano Darwin Atapuma y el italiano Giovani Visconti llegando desde atrás, para escaparse a 14 kilómetros del final y coronarse en Santa Ana.
Por detrás, Michele Scarponi (Astana), fundamental en la jornada anterior, comenzó a endurecer la carrera y seleccionó el grupo con los corredores más fuertes. El italiano tensó la cuerda y dio el relevo a su jefe de filas, que atacó y se llevó a su rueda a Chaves y Valverde.
El italiano lo intentó una y otra vez hasta que se despegó en el último tramo de la Colle della Lombarda. Chaves se aferró a la rueda de Valverde para tratar de sujetar a un Nibali que iba desbocado hacia la victoria. Rigoberto Urán se unió a ellos y juntos trataron de enlazar, pero fue en vano.
Nibali sí enlazó con su compañero Tanel Kangert y sacó aún más ventaja. Chaves se hundió poco a poco y Valverde se despegó de él para enlazar con Visconti y acercarse al italiano. Poco cambió a partir de ahí en los 2,3 kilómetros hacia el Santuario de Santa Ana, que encumbró el esfuerzo de Astana y Nibali.
Este domingo, el italiano podrá conseguir su segundo Giro en la 21ª etapa, entre Cuneo y Turín, que servirá para cerrar el telón de la ronda italiana y condecorar a los campeones en un paseo triunfal de 163 kilómetros, con circuito final por las calles de la capital de Piamonte que se repite ocho veces.
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