El escándalo de corrupcion de la FIFA sigue saliendo a la luz. Lo último que ha trascendido es un increíble capítulo de intercambio armamentístico por votos para la designación de un Mundial. Los protagonistas son Alemania y Arabia Saudi, según ha desvelado el periódico alemán Die Zeit.
El diario informa que Alemania envió lanzagranadas a Arabia Saudí para conseguir su voto en la elección de la sede del Mundial de fútbol del año 2006, que acabó organizando Alemania. El por entonces canciller Gerhard Schröder autorizó supuestamente el envío de lanzagranadas semanas antes de la votación para la designación, que se produjo en el año 2000.
La gestión resultó decisiva para dirimir la sede del Mundial porque Alemania derrotó finalmente a Sudáfrica 12-11 en la ronda final de votación y logró la concesión de la fase final de la Copa del mundo, seis años después. Sudáfrica, por su parte, tuvo que esperar cuatro años más, para albergar el Mundial de 2010, el cual acabó ganando España.