"Yo estoy muy ilusionado en seguir y mi sueño es ganar la Copa Davis como capitán. Estoy convencido de que no va a haber ningún problema para seguir ni por parte de la Federación ni por mi parte". Alex Corretja insistía hace dos semanas en la seguridad de que sería renovado como capitán de la Copa Davis. Sin embargo, ha cometido un grave error de estrategia política que le puede costar muy caro.
Así, el extenista ha buscado el peor apoyo que podía imaginarse en pos de esa renovación: el de la Generalitat de Cataluña. Más concretamente el de Ivan Tibau, Secretario de Deporte del Gobierno autonómico catalán e independentista confeso. De hecho, Corretja comió con Tibau durante el reciente Torneo Conde de Godó donde el político estuvo a punto de provocar un incdente diplomático al pronunciar un discurso de claro ataque hacia el tenis español por comparación con el tenis catalán.
Tibau es el principal valedor de la Federación Catalana de Tenis en su campaña para que la Federación Española, la única olímpica con sede en Barcelona, abandone Cataluña y se traslade a Madrid. Un mal socio para Corretja, que está a sueldo de la Española y cuyo contrato expira el próximo 31 de diciembre.
Corretja cogió al equipo en 2012, justo después de que España ganara la quinta Copa Davis y las principales raquetas anunciaran en Sevilla que querían descansar al año próximo pese a que al final sí acudieron a la llamada de la selección. Corretja llevó al equipo a la final y ahí se perdió ante la República Checa en Praga (3-2).
Entusiasmado con la idea de seguir como capitán, Álex no se cansa de proclamarlo: "Ojalá también tenga la oportunidad que tuvieron mis predecesores de estar al menos tres años". Con resultados deportivos más que discretos, buena parte de sus opciones psaban por mantenrse en el Grupo Mundial si en septiembre gana a Ucrania. Ahora, tras flirtear con el tenis independentista catalán, lo tiene bastante peor.