Andrés Iniesta acaba contrato el 30 de junio del 2015, de ahí que el FC Barcelona esté en plena negociación para intentar ampliarlo. Se asegura que Sandro Rosell ofrece al manchego pasar a ser el segundo jugador mejor pagado de la plantilla, sólo por detrás de Leo Messi. El caso de Neymar es particular, ya que el brasileño se llevó 40 millones de euros de prima por su traspaso, de ahí que su ficha no sea tan alta como la que pasaría a tener Iniesta.
Lo más curioso y flagrante de este asunto es que el último contrato de Andrés se firmó en noviembre del 2009. Es decir, casi cuatro años después, tras ganar todo lo ganable con el Barca de Guardiola y antes de conquistar el Mundial de Sudáfrica con España. Es lo que tiene no levantar nunca la voz, no ser mediático y dedicarse a jugar para el equipo en lugar de para sí mismo. Ante la virtud de no pedir, el defecto de no dar. Quién sabe, igual esto es algo que el azulgrana no olvida ahora que se han acordado de que en 2015 acaba contrato.
Según se informa desde el FC Barcelona, las posiciones están cercanas, pero hace tiempo que Zubi dejó de ser fiable en sus labores de director deportivo. Los casos de Valdés, Thiago o el central que nunca llega son sólo los ejemplos más recientes. No se trata de pensar mal, sobre todo porque si algo ha demostrado el Tata Martino es su gusto por las rotaciones. Sin embargo, sorprende que de los cinco partidos de Liga disputados, Iniesta haya sido suplente en dos: ante Levante y Rayo. Además, en los tres que ha sido titular, sólo completó los 90 minutos en Mestalla. En la Supercopa de España jugó el partido completo en el Calderón, pero sólo jugó 17 minutos en la vuelta. Frente al Ajax en Champions también jugó todo el partido.
El hecho de que, de momento, el manchego no haya aceptado la oferta de renovación del Barça evidencia que muy claro no lo tiene. Insisto, que entre en las rotaciones del Tata no debería tener nada que ver con ello, pero nunca se sabe. "Nadie puede pensar que Andrés no es titularísimo", asegura el técnico argentino. "Está claro que lo es. Cargó mucho en verano y pretemporada. Necesita su tiempo para ir tomando el pulso".
Cuesta ver a Iniesta marchándose del Barça por dinero, de ahí que tendría que haber otras razones. Salvo que el club decidiera traspasarle, algo más imposible que improbable, debería ocurrir algo parecido a lo de su amigo Víctor Valdés. Es decir, que Andrés decidiera no renovar, tal y como ha hecho el guardameta, que su club se negara a traspasarle y que aguantara a junio de 2015 para irse con la carta de libertad.
En Inglaterra hablan de ofertas de los dos equipos de Manchester, aunque la noticia sería que clubes como estos no pensaran en hacerlas. Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y, sobre todo, que a Iniesta le representa Pere Guardiola, también se habla del interés del Bayern de Pep Guardiola. Lo cierto es que este verano, el United ya intentó fichar a Cesc y ofreció mucho dinero por el. El árbol genealógico del estilo Barça lo forman Xavi, Iniesta y Cesc. El siguiente eslabón era Thiago, pero se marchó precisamente al Bayern de Pep gracias a una hábil gestión de su hermano Pere.
Aunque de pequeño era del Real Madrid "a todo poder", Andrés ya es un culé más y lo normal es que acabe renovando, a pesar de Zubi y en contra de los intereses de su agente. Un traspaso reportaría una jugosa comisión a la agencia de representación propiedad de Roures. Claro que, mientras el centrocampista no diga sí, también cabe la posibilidad de que se confirme que tiene ganas de cambiar de aires y decida irse a otro grande Europa. Por más que su juego se aleje cada vez más del que Iniesta ha exhibido mejor que nadie, para el Barça su continuidad se antoja crucial. Es algo así como un renovarle o morir.
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