La policía georgiana detuvo a ocho árbitros, incluido uno de categoría FIFA, por amañar las tarjetas amarillas y rojas que debían sacar en cada partido de la liga nacional de fútbol.
Los árbitros aceptaban sobornos de entre 2.500 y 5.000 dólares por acordar de antemano el número de amonestaciones por encuentro, tras lo que los interesados hacían apuestas en favor de uno u otro equipo.
Los detenidos, cuyos nombres no han sido revelados por los investigadores, podrían ser condenados a entre cuatro y seis años de prisión.
Lo que sí mostró la policía georgiana fueron imágenes de cómo los árbitros aceptaban sobornos, para lo que contaron con la cooperación de la Federación Georgiana de Fútbol (FGF).
"Estoy satisfecho de la cooperación con el Ministerio del Interior, ya que se ha desvelado una gran estafa que ha asestado una gran mancha en el fútbol georgiano de la que hay que deshacerse", señaló a Domenti Sichinava, presidente de la FGF.
La policía seguirá investigando a otros árbitros y asistentes que dirigen partidos de la liga georgiana, donde juegan 16 equipos y que se disputa desde 1989, dos años antes de la independencia de este país de la Unión Soviética.
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