El presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay, lo tenía claro desde que en cierto modo se vio obligado a hablar con su homólogo del Real Madrid, Florentino Pérez, sobre el interés del conjunto blanco por fichar a Asier Illarramendi, a quien no tenía ninguna intención de traspasar, pero tiene un acuerdo cerrado para quitarse las rayas azules. "No bajo un euro lo que cuesta Illarra porque aquí me comen", comentó Aperribay en su círculo más cercano, consciente, a la par que convencido, de que vender al centrocampista suponía y supone un duro golpe a la política deportiva de la Real, por más que económicamente sea una gran operación.
Es por ello que mientras el viernes por la tarde algunas informaciones no sólo daban por hecho que el Real Madrid pagaría 30 millones por Illarramendi y que negociaba hacerlo en tres plazos, otras, recogidas también por 'Voz Pópuli', hablaban de que la Real exigía el pago de los 30 millones que figuran en su cláusula, más otros 6,3 en concepto del IVA, cantidad ésta que el club donostiarra destinaría a pagar a la Hacienda Foral de Gipuzkoa el porcentaje -entre un 15 y un 20%- que así tiene estipulado desde que estuvo en Ley Concursal. Es decir, en total una cantidad más cercana a los 40 millones que a los 30.
Este domingo las conversaciones entre la Real y el Madrid se daban por rotas, aunque el hecho de que Illarramendi haya llegado a un acuerdo para vestirse de blanco por cinco temporadas complica una posible marcha atrás y obliga a Florentino Pérez a gastarse lo que sea necesario para cerrar un fichaje que ya se daba por hecho. Prueba de ello es que la intención tanto del jugador como del Madrid era que estuviera en la capital de España antes de este jueves, para evitar así empezar a entrenarse con la Real en Zubieta.
Tal y como publicamos hace días en 'Voz Pópuli', el presidente del Real Madrid no quiere bajo ningún concepto pagar la cláusula de rescisión, pues lo considera una agresión a la Real, que desde el primer momento le dejó claro que no quería vender a Illarra. En caso de hacerlo, Florentino debería pagar 30 millones, más 12 en concepto de IRPF, que no de IVA, pues el pago de las cláusulas de rescisión de consideran indeminzaciones, de ahí que estén exentas de este mpuesto. Es decir, que, pese a todo, las exigencias de Aperribay de cobrar los 30 millones más del IRPF le siguen conveniendo al Madrid. Lo normal es que la operación de desbloquee y cierre entre lunes y jueves, pero lo que parece claro es que la Real va a defender lo suyo, entre lo que no parece encontrarse ya el futuro de Illarramendi, con la cabeza puesta en el Real Madrid y un suculento contrato, que cuadruplica su ficha actual, por cinco temporadas.
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