No es fácil que Carlo Ancelotti dé un titular en una rueda de prensa. A diferencia de su antecesor en el banquillo del Real Madrid, José Mourinho, el técnico italiano esquiva la polémica, no evita ninunga pregunta, tiene por costumbre medir todas y cada una de sus respuestas y nunca pierde su tono conciliador.
Precisamente por ello, cualquier comentario que se salga de esas coordenadas llama la atención. Y aún más, si el aludido es uno de sus jugadores, a quienes Ancelotti protege más allá incluso de lo que quizás debiera, tal y como ha sucedido en el caso del 'acomodado' Di María.
El caso es que al término del partido de Copa contra Osasuna, el técnico del Madrid fue preguntado por Modric e Illarramendi. "En defensa han estado muy bien los dos", dijo, aunque a continuación le mandó un recado al centrocampista español: "Illarramendi lo podía hacer mejor en el pase. Modric sí estuvo bien mezclando el pase largo y el corto".
Una vez que Xabi Alonso ha firmado su renovación por dos años, Ancelotti respira más tranquilo. La marcha del tolosarra a final de temporada le habría provocado un quebradero de cabeza, pues hoy por hoy Alonso no tiene quien le sustituya y no será fácil que alguien llegue a igualar sus prestaciones. Sobre todo si a quien se le atribuye la condición de heredero, es decir, Illarramendi, es otro tipo de futbolista.
Alonso e Illarramendi son compatibles, precisamente porque son diferentes. De ahí que cualquier comparación que se haga entre ambos en referencia al puesto de mediocentro no beneficia al segundo. El propio Ancelotti empezó diciendo que no podían jugar juntos. "Sólo con dos mediocentros, Xabi e Illarra son compatibles. Con tres es difícil, porque para los dos es difícil jugar a la derecha o la izquierda". Sin embargo, el italiano no tardó mucho en alinearles en el mismo once.
Illarra es más 8 que 4, pero lo curioso es que hasta el propio Alonso ha hablado de Illarramendi como su sucesor. "Tiene un futuro brillante. Tenemos una conexión especial, me veo reflejado en él porque venimos del mismo sitio y jugamos en la misma posición. Tenemos mediocentro para muchos años", comentó Xabi en el acto de su renovación en el Bernabéu.
Lo mejor que le ha podido pasar a Illarramendi es tener dos años más a Alonso a su lado. Aunque ello le pueda costar quedarse muchos partidos en el banquillo o saltar al campo desde él. Aunque su progresión pueda ir más lenta y su llegada a la selección absoluta se demore. Coger el testigo de Xabi la temporada que viene habría sido una carga demasiado pesada para un centrocampista al que Ancelotti ya le ha dado el primer palito: "Lo podía hacer mejor en el pase". Y lo hará, pero nunca como Alonso.
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