Las lesiones se han cebado en este parón internacional con el puesto que el Atlético de Madrid tiene ahora mismo más desguarnecido: el de central. A los nombres de Godín, Giménez y Savic, en el dique seco por lesiones musculares, se unen ahora dos bajas más, las de Saúl Ñíguez y la de Lucas Hernández, caídos en combate con sus selecciones. Todo ello, sólo a diez días para que ruede el balón en el partido de ida de los cuartos de final de la Champions ante el Barcelona.
Saúl, en quien se había pensado como parche defensivo ante las bajas (ya había actuado esta misma temporada en esa demarcación), no jugará el partido amistoso de la Sub-21 contra Noruega. El parte médico habla de un esguince en su tobillo izquierdo producido durante el encuentro que disputó el pasado jueves frente a Croacia. El jugador ha sido tratado con crioterapia y se ha optado porque no viaje este domingo con la expedición de Celades a Murcia, sede del choque.
Lucas, por su parte, ha recibido noticias preocupantes en la expedición de la selección francesa Sub-21. El galo padece una fractura vertebral, según informa la federación del país vecino. El zaguero rojiblanco sufría dolores persistentes de espalda que se achacaban a una lumbalgia, hasta que un scanner ha determinado la dolencia real.
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