"La comunidad internacional no debe dejarse engañar por los esfuerzos superficiales por suavizar el historial de derechos humanos de Azerbaiyán, que sigue siendo nefasto". Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en un informe publicado este jueves, en vísperas de los entrenamientos libres del Grand Premio de Europa de Fórmula 1 en Bakú.
“La llegada a Bakú de la competición automovilística más importante del mundo no debe apartar la atención de los ataques del gobierno contra la sociedad civil”, ha manifestado Denis Krivosheev, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central. “Tras el brillo del espectáculo se oculta una realidad cotidiana en la que las autoridades han cerrado ONG y han detenido y acosado a sus dirigentes”.
Desde principios de 2016, ante la caída de los ingresos por petróleo y la creciente presión internacional, las autoridades azerbaiyanas han puesto en libertad a varias decenas de presos. Entre los liberados hay 12 presos y presas de conciencia, incluida la galardonada periodista de investigación Khadija Ismayilova.
Estos indultos, aunque muy bien recibidos en el ámbito internacional, no han abordado ninguno de los motivos de preocupación en materia de derechos humanos que persisten desde hace mucho en Azerbaiyán, y tampoco han puesto fin a las detenciones, por cargos falsos, de personas críticas con el gobierno.
Ecclestone: “La gente me habla de los derechos humanos y le digo que echen un vistazo a ver donde, cómo y cuando se aplican. En realidad, ¿alguno de ustedes sabe lo que son los derechos humanos?”
“La reciente liberación de dirigentes de ONG y activistas no debe llevar a nadie a engañarse y pensar que en Bakú los vientos están cambiando. Las personas que han sido puestas en libertad no son ahora más libres de hablar que cuando estaban encarceladas. Sus celdas vacías las han ocupado nuevas víctimas”, ha manifestado Denis Krivosheev.
Amnistía Internacional ha documentado a día de hoy 14 presos de conciencia en Azerbaiyán, y es muy probable que haya más. La nueva investigación publicada revela una oleada de nuevas detenciones, por cargos falsos, de personas críticas con el gobierno y de familiares de quienes, desde el extranjero, siguen denunciando la situación.
Sobre este asunto le preguntaron al patrón de la F1, el siempre descarado y polémico Bernie Ecclestone. “Siempre nos dicen lo que debemos hacer, pero en lo que respecta a nosotros si estuviéramos pendientes por ejemplo de la corrupción. ¿Me puede decir dónde vamos a correr?”, se encaró el octogenario empresario inglés.
“Estamos tomando en serio el problema, por supuesto. Hemos estado hablando con ellos y tenemos la garantía de que aquí también están pendientes de solucionar ese tipo de cosas. Pero no es mucho lo que podemos hacer, porque nos meteríamos en problemas en la mayor parte de los países, así que no es fácil”, añadió Ecclestone. Y remató con una de sus habituales boutades: “La gente me habla de los derechos humanos y le digo que echen un vistazo a ver donde, cómo y cuando se aplican. En realidad, ¿alguno de ustedes sabe lo que son los derechos humanos?”
En fecha tan reciente como el 10 de mayo, los activistas juveniles Bayram Mammadov y Giyas Ibrahimov fueron detenidos por cargos falsos relacionados con las drogas al día siguiente de publicar una foto en la que se veía una estatua del ex presidente Heydar Aliyev sobre la que habían pintado un mensaje de protesta política. Ambos dijeron a su abogado que la policía les habían puesto encima las drogas. De ser declarados culpables, podrían ser condenados a penas de hasta 12 años de prisión.
Algunos de los presos liberados recientemente, entre los que se encuentran líderes civiles y miembros del personal de ONG, corren un elevado riesgo de ser detenidos de nuevo. Además, les han impedido reanudar su trabajo.
Alonso: "Yo nunca he pensado más allá, pongo toda mi confianza en la FIA y respeto las decisiones que toman"
Intigam Aliyev dirigía una ONG de defensa de las víctimas de persecución, a las que representaba ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos hasta que fue detenido en agosto de 2014. Finalmente fue condenado a siete años y medio de prisión por cargos falsos de evasión fiscal, actividad empresarial ilícita y abuso de poder. Fue puesto en libertad el 28 de marzo de 2016, pero no ha sido absuelto de los cargos, lo que significa que no puede ejercer la abogacía ni puede viajar al extranjero sin un permiso especial. Sus cuentas bancarias se han congelado, y su ONG permanece cerrada.
“Azerbaiyán se ha presentado asiduamente como candidato a eventos internacionales como pantalla de humo para ocultar su represión, alimentada por el petróleo. ¿Y qué puede encajar mejor en esos planes que la Fórmula 1? No se debe permitir que el rugido y el humo de la competición ahoguen los gritos sofocados de los atormentados defensores y defensoras de los derechos humanos”, ha manifestado Denis Krivosheev.
También le preguntaron por los derechos humanos en Azerbaiyán a Fernando Alonso. "Dependemos totalmente de la FIA en cuanto a los eventos donde corremos. Yo nunca he pensado más allá, pongo toda mi confianza en la FIA y respeto las decisiones que toman", respondió el español. "Si corremos aquí es porque todo está bien para los pilotos y también para ellos. Estamos promocionando los valores del deporte a lo largo del mundo y eso siempre es bienvenido en cualquier país".
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