"María es la protagonista de nuestra historia". Así arranca la denuncia que el Club Baloncesto Totana ha publicado en su blog. Es una historia triste e increíble en el siglo XXI.
"Es una chica sencilla de doce años. Va al cole cada mañana a las ocho con una sonrisa en la cara. Saca buenas notas. Toca en la banda municipal y en la de la hermandad de San Juan en Semana Santa. Además juega al baloncesto en el C.B. Totana. Bueno, o lo hacía cuando era alevín. Al llegar a edad infantil la FBRM (Federación de Baloncesto de la Región de Murcia) no contempla en sus normas la posibilidad de que una niña, en un caso excepcional como el que se nos presenta pueda jugar con chicos, así que de momento no la dejan jugar", prosigue la nota del equipo murciano.
"El caso es excepcional, ya que por desgracia en el club no tenemos niñas en esta edad para formar un equipo, así que María sigue entrenando con sus compañeros tres veces por semana, pero no puede jugar", añade el CB Totana.
La niña no puede desplazarse a otros municipios donde hay equipos femeninos porque sus padres, por cuestiones laborales, no pueden traerla y llevarla a entrenamientos y partidos.
Desde el club solicitaron a la Federación murciana que les permitiera incluir a María en el equipo, pero la respuesta fue negativa. El argumento de la FBRM, burocracia con tufo discriminatorio y sexista: "El caso no está comtemplado en las bases de la competición, no cumple la ley vigente y el seguro no cubriría cualquier incidencia que pudiese ocurrir".
"Nuestra respuesta fue ofrecer la posibilidad de hacernos cargo de un seguro particular para María y firmar un documento haciendonos responsables de cuaquier eventualidad que pudiera ocurrir -contestó el Totana-. Y de nuevo obtuvimos una negativa como respuesta por parte de la FBRM".
El caso, aireado por las redes sociales con el lema #Maríatambiénjuega, ha suscitado el apoyo de numerosas personas y colectivos. "Nos sentimos abrumados por la miles de muestras de cariño que hemos recibido. Ni en la más optimista de nuestras previsiones habríamos podido imaginar que la gente se iba a volcar de esta manera con nosotros, y en especial con María".
"Y es que no ha habido rincón de la geografía nacional desde donde no haya llegado un tweet apoyando a María, alentandonos a seguir luchando por cambiar esa normativa absurda que no deja que una niña juegue con sus amigos", señalan desde el club.
"Nos han apoyado jugadores y jugadoras de todas las categorías y edades. Del baloncesto grande y del pequeño. De los que se ganan la vida con él y de los que se dejan los ahorros por echar unas canastas.
Entrenadores y directivos de todos los niveles... Y todos mantienen un punto en común. Que la postura de la FBRM carece de sentido común, que es lo que estamos pidiendo desde el primer día".
De momento, la Federación de Murcia parece impermeable al clamor. Y por su cabezonería discriminatoria una niña de 12 años no pude practicar el deporte que le gusta. España siglo XXI.
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