La selección masculina de balonmano volverá a luchar por las medallas olímpicas después de clasificarse con mucho sufrimiento para las semifinales del torneo de los Juegos Olímpicos de París tras superar este miércoles por 29-28 a la Egipto de Juan Carlos Pastor, en un partido que necesitó de una prórroga y en el que los 'Hispanos' tuvieron que tirar de su peculiar carácter.
El combinado de Jordi Ribera volvió a mostrar de qué está hecho. Continuó sin tener su mejor juego, sobre todo en una mala primera parte, y eso le provocó ir a remolque de su rival de forma peligrosa, pero se agarró a la pista para llevar el cuarto de final a diez minutos extra donde volvió a sobrevivir con una última defensa y un gran Gonzalo Pérez de Vargas.
El portero manchego resultó una vez más clave y firmó otro partido para el recuerdo. Fue vital para que en la primera mitad los egipcios no cogiesen una ventaja aún mayor y luego mantuvo el nivel en un sensacional cara a cara con el egipcio Aly, también enorme en su portería. También la pizarra de Ribera logró imponerse a la de Pastor, el arquitecto del histórico primer oro mundial de los 'Hispanos' y de su bronce olímpico en 2008, sobre todo con el riesgo de vaciar su portería en busca de la remontada cuando el ataque se atascaba.
Y es que el nivel ofensivo de España en los 30 minutos iniciales fue pobre. Tardó más de ocho minutos en ver puerta, con un siete metros de Aleix Gómez, pero Pérez de Vargas, impecable, se encargó también de cerrar su portería y que todo estuviese igualado. Egipto amagó primero, pero unos trepidantes minutos defensivos españoles provocaron un fulgurante 3-0 de parcial y la iniciativa.
Los 'Hispanos' defendían con intensidad, pero con el paso de los minutos se fueron enredando en el 6-0 de Egipto. Las pérdidas, hasta nueve, empezaron a lastrar ante un combinado norteafricano muy activo y atento a cortar la conexión en los 6 metros, sobre todo con Ali Zein, y robando muchos balones para poder correr. Pérez de Vargas neutralizó algunas contras, pero al descanso el panorama no era halagüeño (8-12).
Los extremos apenas habían aparecido y desde fuera tampoco asomaban los brazos de los lanzadores, pero la doble campeona de Europa encontró la solución para seguir viva. Primero, logró la mejor ofensiva, pero los egipcios tampoco aflojaron, liderados por las acciones individuales de Hesham y Seif Elderaa.
Remontada de la selección masculina de balonmano que vale otras semifinales
La ventaja seguía sin reducirse (16-20) y entonces Ribera pidió tiempo muerto, ordenó vaciar portería para atacar y colocó a Dani Fernández en el 5-1 para incomodar más a su rival en ataque. Con mucho trabajo y las apariciones de Pérez de Vargas, España logró rehacerse y recuperó sus opciones tras un gol de Ian Tarrafeta, el mejor de la primera línea (21-22).
Egipto no se puso nerviosa y continuó manteniendo la iniciativa hasta el tramo decisivo cuando los 'Hispanos', también firmes, empataron con un siete metros de Aleix Gómez. Quedaban dos minutos y la igualdad se mantuvo pese a que los egipcios tuvieron un lanzamiento final para evitar una prórroga, trepidante y tensa donde España recuperó el mando después de mucho tiempo, pero donde sufrió hasta el final para hacer buena la enésima muestra de frialdad de Aleix Gómez y meterse por quinta vez en las semifinales, la histórica barrera olímpica. Las selecciones de balonmano acumulan cinco medallas en los Juegos Olímpicos, todas ellas de bronce.
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