El FC Barcelona más sufridor de la temporada se lleva la ida de las semifinales de Copa del Rey tras sobrevivir a un monólogo madridista. El tanto de Kessié da la ventaja a los de Xavi Hernández a pesar de haber sido inferior a su rival en casi todo el partido.
El Camp Nou será quien dicte sentencia y quien decida el finalista entre los dos eternos rivales, el próximo 5 de abril. Madrid y Barça tendrán cerca de un mes para aprender de los errores cometidos en este primer partido y preparar el órdago final.
El Madrid más valiente y el barça más sufridor
El Santiago Bernabéu volvía a recibir un clásico copero con dos equipos muy necesitados de victoria. Por una parte llegaba el Real Madrid con ganas de dar un golpe en la mesa y batir a su eterno rival, que está siendo su criptonita esta temporada; y por otro, el FC Barcelona buscaba un resultado favorable que ahuyentase los fantasmas que surgieron la semana pasada tras la eliminación de la Europa League contra el United y la derrota frente al Almería.
Una vez puestos en antecedentes, los primeros 45 minutos arrancaron con un Madrid mostrando su cara más agresiva de la temporada y con un Barcelona que esperaba agazapado en su campo un error madridista. Ancelotti dio órdenes a sus jugadores de dar un gran paso adelante, ensanchar sus líneas de presión y hacerse dueño y señor del balón para sorprender a su rival. Y así fue, dicho y hecho.
Empezando por Karim Benzema y acabando por sus centrales, los blancos realizaron una precisa e incisiva presión durante toda la primera mitad. Algo que sorprendió a los blaugranas, quienes decidieron actuar sobre la marcha y se limitaron a juntar sus líneas, invitar a su oponente a jugar por banda y esperar un error merengue para proyectar un contragolpe. El Barcelona renunciando al balón y jugando a la contra, quién le ha visto y quién le ve.
El problema de la táctica urdida por Ancelotti es que, al ser tan agresiva, dejando únicamente a un central como 'líbero' atrás cuando se ataca, un error puede tirar todo por tierra y dejar en bandeja una clara ocasión al equipo rival. Algo que tardó, pero llegó.
Corría la mitad de los primeros 45 minutos cuando un balón recuperado tras una gran presión blanca conducía el balón a los pies de Camavinga. Este, que estaba cuajando un gran partido, cortocircuitó por un solo instante y retrasó el balón en dirección a Courtois con tal mala suerte que se quedó corto. Tras el error, De Jong se apropió del esférico para filtrar un balón a Kessié, este no dudó y chutó con tal suerte que el despeje de Courtois rebota entre Militao y Nacho y acaba introduciéndose en la portería. El VAR le añadió supense a la escena pero acabó validando el tanto blaugrana.
1-0 para un FC Barcelona que había hecho de todo menos merecerse ir ganando el partido.
No obstante, con el 0-1 ya en el marcador las cosas no cambiaron en exceso. El Madrid decidió presionar más agresivamente si cabía y el Barça por su parte demostró que sabe sufrir. No obstante, algo que sí que cambió es la temperatura del partido. El encuentro se volvió más 'feo', con muchas patadas y mucho trabajo para el colegiado.
Con esta tónica y sin muchos más sobresaltos, el partido llegó al descanso.
Un monólogo madridista sin premio
Ancelotti no debió irse muy enfadado al túnel de vestuarios, ya que sus chicos salieron a la segunda parte con la misma hoja de ruta de la primera parte. Siendo honestos, salvo el puntual error de Camavinga que propició el gol blaugrana, la primera mitad de los blancos fue en líneas generales muy buena.
La segunda mitad de esta ida de semifinales también fue el segundo acto del monólogo madridista. Los jugadores merengues siguieron haciendo un mayúsculo despliegue físico, presionando la salida de balón rival y controlando los contrataques culés.
Por su parte el FC Barcelona solo podía achicar aguas y bascular a son de las circulaciones madridistas. Sin duda alguna, esta noche se ha podido ver al Barça más sufridor de toda la temporada, con una muy escasa proyección ofensiva. Y es que su centro del campo estaba anulado y más volcado en ayudas a los laterales.
El problema es que, aunque el Madrid lo ha intentado por activa y por pasiva, siendo muy superior a su rival y sacando jugadores del banquillo para tratar de 'frotar la lámpara', su pólvora ha estado mojada durante todo el partido.
El FC Barcelona gana la ida de semifinales y salva un primer envite que no deja a nadie satisfecho. No obstante, la eliminatoria está totalmente abierta y queda mucha tela por cortar
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