Alex Rodríguez, de los New York Yankees, ha sido nombrado tres veces mejor jugador de la liga de béisbol, tiene el contrato más alto jamás firmado por un deportista profesional americano y es reconocido como uno de los mejores jugadores de los últimos tiempos. Ryan Braun es la estrella de los Milwaukee Brewers, una vez MVP y uno de las más grandes figuras del deporte del bate en la actualidad. Los dos han sido tocados por escándalos relacionados con el dopaje y ambos (así como otros muchos nombres de menos relevancia) se encuentran ahora cerca de recibir uno de los más severos rapapolvos de la historia del deporte americano en cuestiones de dopaje.
La historia se encuadra en una clínica de Florida llamada Biogenesis y tiene como protagonista a su dueño, Tony Bosch, que en teoría es bioquímico. Durante el último año la MLB, que así se llama la liga de béisbol, ha investigado la clínica después de que algunos jugadores como Bartolo Colón, Melky Cabrera o Yasmani Grandal diesen positivo por niveles anómalos de testosterona. Los jugadores fueron condenados con 50 partidos de suspensión (la temporada regular en béisbol tiene 162 encuentros por equipo) y el establecimiento quedó marcado como un centro de dopaje. Se da la circunstancia que en Florida están buena parte de las instalaciones en las que los equipos pasan la pretemporada, por lo que el caso de Bosch puede manchar a muchos.
Bosch, investigado, negó cualquier vinculación con estas prácticas, pero los últimos reportes de ESPN aseguran que esa situación ha cambiado. El medio informa de que el bioquímico ha llegado a un acuerdo con la MLB para entregarles toda la información que tiene sobre la venta de anabolizantes a profesionales. La web de la cadena americana asevera que en esos papeles aparecen al menos 20 jugadores entre los que se encuentran Rodríguez y Braun. La MLB, a cambio, ofrece a Bosch quitar las acciones legales que contra él han interpuesto, defensa en caso de que otras agencias intenten emprender acciones contra él, seguridad personal e incluso algún tipo de indemnización por su cooperación.
Rodríguez, Braun y los demás se enfrentan a sanciones de 100 partidos, pues la MLB considera que sería doble su infracción: todos negaron cualquier vínculo con Bosch, lo que supondría una falta añadida a la propia relación. En Estados Unidos apuntan que el caso de Biogenesis, que ahora empieza a cobrar forma legal, puede ser el más grande relacionado con el dopaje en la historia del país, superando incluso el de BALCO, que marcó un antes y un después en el deporte americano.
El béisbol ha tenido en la última década una relación tortuosa con el dopaje. Muchos jugadores, algunos de ellos grandes estrellas como Barry Bonds, Roger Clemens o el propio Alex Rodríguez, se vieron relacionados con causas como el consumo de hormona de crecimiento, algunos incluso terminaron desfilando por los tribunales y acusados de perjurio por sus mentiras.
El conflicto ha causado una profunda brecha en el deporte, que ve cada año como algunos de los jugadores más relevantes del último cuarto de siglo se ven fuera del salón de la fama, la máxima distinción para los deportistas retirados que es especialmente importante en el deporte del bate, por ser sospechosos de estas prácticas, llegándose incluso a privar de ese reconocimiento a algunos que nunca han sido relacionados con casos similares. Es más, este año ningún jugador entró en el Salón de la Fama, algo que no ocurría 1996, las sospechas se impusieron a todas las candidaturas.
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