Retirado desde hace 14 años, Boris Becker publicará la próxima semana su segunda autobiografía y parece dispuesto a promocionarla al máximo. El extenista, ganador de seis títulos de Grand Slam y número uno del mundo a lo largo de una exitosa carrera a finales de los 80 y principios de los 90, ha sabido crear expectación en torno al libro, titulado "La vida no es un juego". En él relata, por ejemplo, cómo traicionó a su exesposa en 2000, cuando esperaban el segundo hijo de la pareja.
"Engañé a mi esposa cuando ella estaba embarazada. Tenía una hija de nuestro matrimonio y elegí ocultar la verdad durante mucho tiempo. Fue el período más difícil de mi vida. Sin duda, yo era un idiota", se lee en un extracto publicado por el diario alemán Bild este miércoles.
Boris Becker y Barbara Feltus estuvieron casados durante siete años, de 1993 a 2000. En el momento de la traición de la exestrella del tenis, la relación de pareja ya se había debilitado. Durante un viaje, Becker tuvo una relación de sólo una noche con la modelo rusa Angela Ermakova. Una aventura rápida, consumada en el cuarto de baño de un restaurante de Londres, de la cual nació Anna, la tercera hija del alemán.
En otro pasaje de la autobiografía, Becker dijo que había sido apalizado por su exesposa durante un viaje a Estados Unidos cuyo objetivo era intentar la reconciliación. Testigo de la pelea fue el hijo mayor del extenista, Noah.
"Bárbara comenzó a gritarme y de repente empezó a pegarme. Noah se interpuso entre nosotros para evitar que siguiera golpeándome y entonces sostuve sus manos hacia atrás. Ella me empezó a patear muy enojada, como si estuviera loca. Fue realmente un horror", dice el adelanto del Bild.
A sus 45 años, Becker es jugador profesional de póker desde hace cinco años y, de hecho, uno de los iconos de PokerStars, la web de este juego más grande del mundo.
El extenista está casado con la modelo holandesa Sharlely Lilly Kerssenberg, con quien tuvo un hijo, y ha decidido llevarse a buena parte de su familia a Múnich, donde estos días se celebra la Oktoberfest, la mundialmente famosa Fiesta de la Cerveza. Becker, un vividor, lo pasa en grande.
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