La tragedia estuvo más cerca de lo que pudo parecer en el pasado Gran Premio de Singapur de Fórmula 1. El piloto finlandés Valtteri Bottas corrió gran parte de la carrera con el cinturón de seguridad aflojado, y finalmente suelto, en el cockpit de su Williams. La situación se torna especialmente dramática si recordamos que Bottas tuvo un toque en la salida con el McLaren de Jenson Button, por el cual terminó pinchando una rueda. Se hace duro pensar en qué podría haber pasado con el piloto de Williams si ese toque, que se produjo tratando de evitar el accidente de Hulkenberg, hubiese sido algo más serio.
Esta peligrosa situación ha despertado la preocupación en el equipo Williams y en toda la Fórmula 1. El propio Rob Smedley, director de rendimiento del equipo, declaró que "Valtteri ya sufrió un problema similar hace unos años, no recuerdo cuándo. No creo que fuera exactamente lo mismo, pero sí se trataba del cinturón de seguridad. Lo único que debemos hacer es actuar rápidamente y lograr que arreglen el problema para el próximo Gran Premio. No habíamos tenido problemas con el cinturón de seguridad durante toda la temporada, tanto en entrenamientos como en carrera, por eso nos preocupa que haya ocurrido ahora".
Un fin de semana desastroso para celebrar su 'luna de miel'
Lo curioso del incidente es que Valtteri Bottas se estaba tomando este Gran Premio a modo de "luna de miel". El finlandés había aprovechado el parón previo a la prueba de Singapur para contraer matrimonio con la nadadora Emilia Pikkarainen, quien participó este verano en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, de modo que estaban siendo la pareja del fin de semana. Sin embargo, después del pinchazo de la salida y el espeluznante incidente del cinturón de seguridad, a Bottas no le trajo muy buena suerte su recién contraido compromiso. Además, su compañero Felipe Massa tampoco puntuó, completando un Gran Premio negro para Williams.
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