El Vicente Calderón, espoleado por su pulmón del Frente Atlético, comenzó a preparar la cita de Champions en el Camp Nou nada más terminar de golear al Betis. "Un último empujón contra el Barça", fue el mensaje enviado previamente al 5-1 al equipo verdiblanco para que ningún aficionado colchonero abandonara su localidad. Fue una demostración, otra más, de apoyo incontestable a los guerreros de Simeone horas antes del primer asalto en la primera gran final de la temporada. El aliento de la afición llegó hasta el vestuario y la plantilla al completo volvió a salir al césped del Manzanares para agradecer el ese impulso. De nuevo, la comunión total, todos juntos sin dejar de creer en el sueño de la Champions. Milan es la meta última.
Pero primero hay que superar en el Camp Nou la primera prueba de fuego. Pocos en el vestuario colchonero querían repetir un duelo español en cuartos. El resultado del sorteo casi se intuía y estaba asumido. Con el Barça en suerte ya sólo hubo pensamientos para preparar de la mejor manera el choque. La ilusión inicial y las ganas de superar por fin esta temporada al mejor equipo del mundo se torcieron en parte con los contratiempos físicos. Godín, Savic y Giménez cayeron uno tras otro, lesiones preocupantes y tiempo justo para llegar a punto a la cita. Sin embargo, el coraje uruguayo y el empeño montenegrino obraron el milagro.
Y ahí están todos. No falta ninguno. Simeone quiso que toda la plantilla sin excepción viajara a la Ciudad Condal. El Cholo les quiere juntos. Jueguen o no. Haciendo grupo. Siempre el equipo, ninguno por encima. Todos cuentan. La cita lo merece y necesita del ánimo del grupo. Una de las mayores valías, sino la que más, del Atleti que dirige el técnico argentino.
Motivados como nunca, no ha habido necesidad de cambiar de registros y variar costumbres. La música del vestuario es la misma, Juanfran y Griezmann se encargan de ello. "No hay nada especial que hacer", aseguran los pesos pesados del equipo rojiblanco convencidos de que, eso sí, resultará vital salir vivos del Camp Nou. La eliminatoria se juega en gran parte en Barcelona aún teniendo un segundo acto en el Vicente Calderón. Y con el impenetrable encendido y volcado con su equipo, fiel a su religión empujando a los valientes del Cholo.
Simeone dejó un mensaje ambicioso en su comparecencia pública. "El mejor resultado es ganar", afirmó sin tapujos el argentino. De puertas para adentro la ambición que ha reclamado el técnico a los 18 que conformen la lista definitiva tiene una versión ampliada. El Cholo conoce de sobra al Barça, espera lo mejor de los de Luis Enrique, por eso no se ha cansado de repetir a su legión un mensaje con el que confía en decantar la eliminatoria incluso ya en la ida: "Tenemos que defender y jugar muy bien". Una frase que engloba, por un lado, la indiscutible base del cholismo por el excelente trabajo defensivo, además de táctico, que mantiene al Atleti como el equipo más difícil de batir con esos15 goles encajados en la liga doméstica y sólo 3 tantos en 8 partidos europeos. Pero ese 'leitmotiv' de Simeone también incluye un deseo que es convicción y ya realidad de ofrecer un gran juego. No necesariamente bonito, que también, pero efectivo y práctico gracias a la calidad que aportan superclases colchoneros como Koke, Griezmann, Saúl, Carrasco, Vietto, Correa...
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