Carlo Ancelotti se enfrenta a un duelo decisivo para su futuro, que a día de hoy está lejos del Bernabéu, salvo triunfo en Champions inesperado en la zona noble del club. El técnico llega al partido clave de la temporada muy condicionado en su once por las ausencias de jugadores indiscutibles como Modric, Bale, Marcelo o Benzema. Unas bajas que le llevarán a cambiar, incluso, el dibujo táctico del equipo ante el Atlético de Madrid. Todo apunta a que Carletto alineará un once dispuesto en un 4-4-2 con Casillas; Carvajal, Varane, Ramos, Coentrao; James, Illarramendi, Kroos, Isco; Cristiano y Chicharito Hernández.
Sin embargo, el italiano se ha abrazado al optimismo para afrontar este octavo duelo ante un Simeone que le tiene comida la moral esta temporada (cuatro victorias atléticas y tres empates). Ancelotti ha tratado de levantar la moral de su tropa en el vestuario con mensajes optimistas y grandilocuentes. Discurso que ha trasladado a los medios: "Aparte de la lesión de Modric, ahora el equipo está muy bien. Hubo un bajón en febrero debido a algunas lesiones. Pero ahora hemos vuelto a nuestro nivel. Esperamos ser competitivos hasta el final de la Champions. Para el juego contra el Atlético no estamos preocupados, tenemos que encontrar soluciones a algunas ausencias, especialmente a la de Bale. Es un gran reto al que nos enfrentamos en casa, con todo el optimismo posible. El Bernabéu nos dará un buen impulso".
El técnico está sentenciado por Florentino Pérez desde la traumática derrota del Real Madrid ante el Atlético en el partido de Liga en el que los blancos fueron goleados (4-0), horas antes de celebrarse la fiesta de cumpleaños de Cristiano Ronaldo, que tanto dio que hablar en las horas posteriores. Carletto sabe que la Junta Directiva de Pérez no apuesta por su continuidad y que el hombre elegido para ocupar el banquillo madridista la próxima temporada es Zinedine Zidane. Un viejo anhelo de Florentino, quien en su día se refirió a Zizou en su entorno como "el Guardiola madridista". Antes de que eso ocurra, Ancelotti se enfrenta a su último asalato del año ante Simeone, debilitado por las lesiones, pero abrazado al optimismo más por obligación que por otra cosa.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación