"Si tengo que motivar a mis jugadores para jugar este partido me tendría que ir". Simeone es el gran motivador, pero en ocasiones como esta no hace falta recurrir al impulso psicológico. La magnitud del evento no lo precisa como expresó en la previa del choque. Sin embargo, esta temporada hubo un momento crucial en que el Cholo entendió que necesitaba ayuda extra.
El pasado mes de enero, en vísperas del Alavés-Atlético en Mendizorroza, David Casinos se sentó delante de una audiencia expectante. Los guerreros de Simeone no pestañearon ante la charla de un atleta invidente y campeón paralímpico que acudió encantado a la llamada del entrenador. Aquel encuentro fue un punto de inflexión en la temporada para un equipo aún aturdido y bajo los efectos de los devastadores de la final de Champions en Milán. "Los abrazos que recibí al final de mi explicación fueron tan reconfortantes que comprendí que el mensaje les caló", reconoce el propio campeón meses después de aquel encuentro en un hotel de Vitoria. "Fue un honor aportar mi experiencia con el Atleti", dice reconfortado.
Aquella motivación extra que recibió el plantel del Atlético de Madrid ha servido de mucho. Otro año fue Irene Villa y su ejemplo de superación el que multiplicó las fuerzas de los jugadores rojiblancos. Y aquel mensaje de David Casinos a la plantilla tiene el mismo valor en vísperas del mayor reto al que quizá se enfrenta el grupo del Cholo: remontar un 3-0 y clasificarse para la final de Champions eliminando a su bestia negra en Europa. El Real Madrid.
"Claro que vale el sentido de lo que les conté", confiesa Casinos a 'Vozpópuli'. "El potencial para ganar la guerra después de perder la primera batalla sigue en pie. El convencimiento de que se quiere y se puede se plasmará sobre el césped. Además hay un lazo con la grada, de deuda hacia esa afición que tanto le da al equipo que no se puede obviar y que permitirá dejarse la vida a cada futbolista hasta lo que dure la eliminatoria", explica un Casinos que lleva siete años ofreciendo a empresas y universidades su experiencia vital para motivar con encuentros de este calibre.
Su mensaje tiene el mismo valor entonces y ahora. "Se deben liberar de la pesada mochila del pasado. Entonces fue la final de Milán, ahora es ese 3-0 que ha sido otro golpe bajo", afirma Casinos que recuerda varias facetas de aquella charla que buscaba un punto de reacción recuperando la fortaleza: "Conviene empezar de cero, sintiendo que el pasado no marque el futuro. La meta siempre es complicada, por eso es necesario tener una confianza ciega en el guía (Simeone) y confianza absoluta en cada uno de tus compañeros. Y, por supuesto, creérselo uno mismo. Hay en cada empresa mucho de emocional que se transmite desde lo corporal con el convencimiento de que puedes encontrar luz en la oscuridad. Así todo es posible".
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