Fernando Alonso ya competía para llegar antes que su abuela al colegio, hace ya unos cuantos lustros en Oviedo. "Tenía que ganarle" dice Alonso. "¡Todos los días! Queda un poco feo decirlo, ¿verdad?" El bicampeón mundial español de Fórmula 1 se sincera en un interesante reportaje publicado en la web oficial de McLaren, su escudería.
El título de dicho artículo lo dice todo: "Por qué compito". Pero lo mejor viene a continuación, cuando el asturiano desvela curiosos aspectos de su personalidad. Tanto al volante de su bólido, a más de 300 km/h, como lejos de la pista, en su vida diaria.
Alonso no se esconde. "Para ganar en la F1 no hay que tener escrúpulos -afirma-. No eres enemigo de los demás pilotos, pero tienes que centrarte en ti mismo para ganar. Si puedes perjudicar a alguien al conseguir una ventaja sobre él, mejor todavía".
"Soy una persona competitiva y la competición es importante en la F1, pero no es lo que me mueve a participar en la F1. Puede que sea verdad en otras áreas de mi vida, como en el ciclismo y al jugar al tenis o llevar a mi madre al supermercado a toda velocidad. El motivo por el que compito en la F1 es porque los coches me transmiten una sensación que no puedo conseguir en ningún otro lugar. Es algo único".
"El más inteligente"
Fernando deja más frases directas y contundentes que definen un carácter especial e irrepetible:
"Nunca he necesitado prepararme psicológicamente antes de entrar en el coche".
"Mi mentalidad no cambia, ya se trate de entrenamientos libres, rondas de clasificación o carreras".
"Nada se puede comparar con la F1. El cerebro se tiene que reajustar cada vez que entras en el coche porque todo sucede muy rápido".
El artículo también reproduce la opinión de Mark Temple, ingeniero del ovetense: "Es el piloto más inteligente con el que he trabajado".
Temple dice más cosas de Fernando Alonso. Todas buenas. Ya queda menos para el Mundial 2017.
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