La FIFA ha negado que se haya planteado "suspender" la Copa Confederaciones por las protestas sociales que han inundado en los últimos días las calles brasileñas, tal y como apuntaban este viernes medios de comunicación locales. Estos aseguraron que alguna Federación, presuntamente la italiana, pidió esa suspensión.
"Hasta la fecha, ni la FIFA ni el comité organizador local han discutido ninguna posibilidad de suspender la Copa Confederaciones", afirmó la FIFA en un comunicado enviado a la agencia 'Reuters'.
La radio CBN y la página web del diario 'Estado de Sao Paulo', medios de comunicación de referencia, han realizado informes que han dado como resultado que el torneo, que los organizadores consideran un ensayo general para el Mundial del próximo año, está en peligro. "La FIFA podría reclamar una indemnización a Brasil si la Copa Confederaciones tiene que ser suspendida", titula la página web de CBN.
Se estima que un millón de personas salió a las calles en ciudades de todo Brasil el pasado jueves debido en las mayores protestas en el país en dos décadas, a pesar de la intensificación del gobierno en intentar sofocarlas. Las protestas, ahora en su segunda semana, se han producido por los altos impuestos, la inflación, la corrupción y los servicios públicos deficientes, y también porque se han gastado 26.000 millones de dólares de dinero público para la organización del Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016.
El informe del CBN asegura que uno de los ocho equipos participantes en el torneo estaba presionando a sus dirigentes a abandonar la Copa Confederaciones, ya que estaban preocupados por los familiares que se encontraban en Brasil para ver los partidos.
"Por el lado legal, hay confianza por parte de la FIFA, de que si el torneo se cancela se podría iniciar una reclamación por parte del gobierno brasileño, si no hay garantías de seguridad para la competición o el Mundial", afirma el informe del veterano periodista deportivo brasileño Juck Kfouri.
'Estado de Sao Paulo' señaló que la FIFA está negociando con los equipos para tratar de persuadirles para quedarse. "Las protestas en las calles de las ciudades brasileñas han obligado a la FIFA a negociar con los equipos para mantenerlos en la Copa Confederaciones", informa. El diario asegura que dos vehículos de la FIFA fueron atacados en Salvador de Bahía, donde Uruguay jugó con Nigeria el miércoles.
"La competencia se ha convertido en una pesadilla para la organización. La FIFA no se imaginaba que el evento sería perfecto, pero el alcance de los problemas es peor de lo que se preveía en el peor de los casos", añadió.
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