Arabia Saudí ha revolucionado el mundo del fútbol a base de talonario. La última noticia que relaciona al país de Oriente Medio con el 'deporte rey', ha sido la monstruosa y escandalosa oferta que ha realizado el Al-Hilal al PSG para intentar fichar al jugador más deseado del verano: Kylian Mbappé. El club saudí ha ofrecido 300 millones de euros para el traspaso, convirtiéndolo en el fichaje más caro de la historia del fútbol en caso de que se hiciera, y un paquete salarial de 700 millones de euros para el futbolista (200 millones netos y 500 millones en concepto de acuerdos comerciales y concediéndole el 100% de los derechos de imagen).
Estamos hablando de ofertas totalmente fuera de mercado, llegando a cantidades económicas astronómicas contra los que no puede competir ningún club europeo. Arabia Saudí está cambiando el mapa del balompié en los últimos meses. La estrategia de la monarquía árabe de colocar a su liga de fútbol entre las punteras a nivel mundial está saliendo a la perfección. La llegada de una nueva competición que posee recursos dinerarios prácticamente ilimitados, ha sacudido el mercado de fichajes y puesto en jaque a los dirigentes de las grandes ligas europeas.
Como diría aquel, con el fichaje de Cristiano Ronaldo al Al-Nassr empezó todo. Se le ha ofrecido el contrato más caro de la historia del deporte: 200 millones de euros por temporada hasta junio del año 2025. Cifras similares se le han ofrecido este mismo verano a Karim Benzema para que abandonara el Real Madrid rumbo al Al-Ittihad. De momento son las dos estrellas de más renombre que han fichado para jugar en la Liga Profesional de Arabia Saudí, aunque en este mercado estival han habido otros grandes jugadores que han decidido mudarse al Golfo Pérsico como Mario Brozovic, Rubén Neves, Edoaurd Mendy, N'Golo Kanté, Kalidou Koulibaly, Riyad Mahrez y Roberto Firmino.
No está habiendo negociación de traspaso de un futbolista en la que no aparezca este país con sus petrodólares por delante. Todo lo que está trazado desde la monarquía saudí es una estrategia perfectamente diseñada para poner al país árabe en el mapa internacional, mejorando así su imagen de cara al mundo y aumentar su influencia en el planeta. A continuación, te contamos cómo Arabia Saudí ha revolucionado el mundo del fútbol y de los fichajes con sus monstruosas ofertas económicas; además de más detalles de su plan para sacudir el tablero internacional.
La estrategia de los fichajes de Arabia Saudí
Observando el 'modus operandi' que se está llevando a cabo, el plan consistiría en potenciar la plantilla de los cuatro clubes más importantes y con más peso dentro de su liga. El objetivo parece ser fichar a tres grandes jugadores o estrellas extranjeras para cada uno de estos clubes: Al-Nassr, Al-Ittihad, Al-Hilal y Al-Ahli. Ya se han fichado hasta 10 futbolistas de primer nivel aproximadamente, pero todavía hay varios objetivos que a la monarquía de Arabia Saudí le gustaría incorporar como el anteriormente mencionado Mbappé, Bernardo silva, Heung Ming Son o Frank Kessié.
Más allá de ofrecer sueldos desorbitados, la estrategia para tratar de persuadir a los jugadores llega al punto de que se les ofrece ser la imagen del país, en una especie de cargo pseudo-embajador que supone un extra a nivel reputación del futbolista fuera del terreno de juego. Detrás de todas estas operaciones está el director general de la Liga Profesional Saudí, el británico Garry Cook. Este señor es un viejo conocido en el mundo del fútbol y de los negocios en el deporte, ya que trabajó en un club gigantesco en Europa como el Manchester City y en la captación de figuras mundiales para la marca norteamericana 'Nike'.
Así se financian las operaciones
La financiación de los principales clubes de esta competición corre a cargo del Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudí, el cual está dirigido por el príncipe heredero al trono y primer ministro: Mohamed bin Salman. Es el dueño del 75% de las acciones de los cuatro clubes más importantes de la liga saudí sobre los que se quieren concentrar todos los fichajes y operaciones de traspasos que se quieran hacer.
Se han multiplicado los ingresos totales de la competición, llegando a recaudar la cifra de 440 millones de euros. La gran capacidad de maniobra económica es impresionante y siempre bajo la supervisión de la Jefatura de Estado del estado árabe. Además del dinero, no se puede obviar el ejercicio de seducción que se está haciendo desde Arabia Saudí para convencer a estrellas de primer orden mundial.
El objetivo de Arabia Saudí va más allá del fútbol
La meta que se pretende alcanzar con este plan tan bien establecido y pensado, va más allá del fútbol y del deporte. Así lo ha reconocido el propio organismo de 'Amnistía Internacional', acusando a Arabia Saudí de hacer lo que se conoce como "sportswashing" (lavado de imagen a través del deporte). Según esta institución, lo que quiere hacer la monarquía saudita es tapar que son un país en el que se incumplen los derechos humanos y lo hacen a través del dinero y de la imagen de limpieza que aporta el deporte.
No es casualidad que este país se haya convertido también en sede de otros eventos deportivos de renombre mundial como la Fórmula 1, el Rally Dakar o las veladas de la UFC; además de llevar allí competiciones europeas de fútbol o de otros deportes como la Supercopa de España, la Supercopa de Italia, partidos de la NBA, veladas de boxeo y PPV (Pay Per Views) de la WWE.
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