Cristiano Ronaldo está inquieto. Descentrado. Suele sucederle siempre por estas fechas, cuando se acerca la concesión del Balón de Oro al mejor futbolista del mundo. Los votos ya están emitidos, y el ganador recibirá el preciado y polémico trofeo en la gala que se celebra este lunes en Suiza. El portugués compite con el de siempre, Messi, y este año con Neuer, portero del Bayern y la selección alemana.
El jugador del Real Madrid, extremadamente ambicioso, considera que sus números y los títulos logrados con el club blanco le hacen merecedor del Balón de Oro, pero no se fía. Teme que, en año de Mundial, haya sido más votado Messi, subcampeón en Brasil con Argentina, o, sobre todo, Neuer, campeón con Alemania tras un excelente campeonato.
La campaña a favor del guardameta germano, encabezada por el mismísimo presidente de la UEFA, Michel Platini, ya provocó escenas de tensión durante la ceremonia de entrega de premios en los recientes Mundial de clubes de Marruecos y en el amistoso navideño de Dubai.
Y este sábado ante el Espanyol Cristiano exhibió su peor cara. No sólo fue la primera vez desde hace 15 meses que no marca un gol en el Bernabéu, sino que protagonizó varias escenas feas, propias de un carácter ególatra que parecía haber desterrado o controlado.
Y eso que el de Madeira comenzó bien. Asistió a James en el primer gol del Madrid y cedió a Bale el saque de falta que el galés convirtió en el 2-0. Hasta que, en la segunda parte, llegó la rigurosa expulsión de Coentrao.
Su paisano vio la roja, y Cristiano se volvió locó. Alzó los brazos hacia el cielo animando al público del Bernabeú a protestar. Él también lo hizo. Primero se le entiende claramente la frase "puta vergüenza" y después "eres muy malo". Fernández Borbalán le mostró la tarjeta amarilla, lo que elevó su grado de enfado. Esta fue la secuencia:
https://youtube.com/watch?v=PoHnJYrmtRc
Poco después, Bale condujo la pelota en un contragolpe y, en vez de pasársela a Cristiano, decidió acabar la jugada. No marcó, y el portugués escenificó un cabreo monumental que acabó provocando la pitada de parte del público contra el futbolista galés.
El tiempo pasaba, Cristiano no lograma marcar y cuando llegó el 3-0, obra de Nacho, el luso no lo celebró con demasiado entusiasmo. Por fortuna para él y para el Real Madrid, el Balón de Oro se entrega el lunes. Gane quien gane, debería volver la tranquilidad.
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