El Deportivo de la Coruña ha visitado Balaídos, el estadio de su eterno rival, aunque no fue para enfrentarse al primer equipo vigués, sino a su filial. El resultado ha sido favorable para el Celta de Vigo B (Primera RFEF, antigua 2ª División B), que se impuso por dos goles a uno al club coruñes. Aunque la noticia del partido no es el resultado, sino lo que ha sucedido al acabar el encuentro: los aficionados locales invadieron el campo para encararse con la grada visitante.
Durante todo el partido, los aficionados de ambos equipos se dedicaron cánticos e insultos, una tensión que se trasladó al campo, con varios enfrentamientos entre jugadores del Depor y del Celta. El punto de inflexión fue el pitido final del árbitro, momento tras el cual los aficionados locales saltaron al campo en masa para reírse de la afición deportivista. Estos, respondieron con insultos y lanzamiento de objetos desde sus asientos.
La seguridad del estadio, inicialmente sobrepasada por la marea de gente que ha saltado al terreno de juego, necesitó la actuación policial y sus cargas para reconducir la situación y que los aficionados volviesen a las gradas. La imagen, que ha avergonzado al mundo del fútbol, se ha saldado sin detenidos, tal y como informa el Faro de Vigo.
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