El futuro de Diego Costa se juega en 2016. Tres escenarios marcan el mañana del delantero: la Selección con la Eurocopa de Francia en el horizonte, el Chelsea donde su mala relación con Mourinho, rendimiento y reiteradas polémicas le tienen en el disparadero y con la puerta de Stamford Bridge abierta, y el Atlético de Madrid, club al que desea volver y donde muchos ansían su regreso. El futbolista ha perdido su esencia, vuelve a las andadas mientras que busca reencontrarse consigo mismo. Pero al mismo tiempo debe resolver varios dilemas.
Primer dilema: España. Reclutado de nuevo por Del Bosque, su valedor, para la doble cita de amistosos ante Inglaterra y Bélgica Diego Costa busca su sitio en la Selección. Un gol en 10 partidos (728 minutos) no sólo lastran el poder anotador de la actual campeona del continente, sino que la pertinaz apuesta de Vicente parece frenar otras alternativas de ataque. El delantero hispano-brasileño tampoco marcó en Alicante, pero no se come la cabeza. "Esto no me obsesiona", comentó a Vozpópuli tras el partido con los ingleses. "Lo que sí me molesta es no entrar en la dinámica y que el equipo no esté bien. Cada vez que juego, me asocio mejor y me entono más", explicó un Diego Costa, satisfecho con la ayuda de un grupo que le respalda pese a sus malos números: "No puedo quejarme de la gente porque los compañeros me han dado mucho y se lo tengo que agradecer cada vez que juego con ellos".
Segundo dilema: Chelsea y Atlético de Madrid. El desembarco de Diego Costa al equipo de José Mourinho hace dos temporadas no ha reportado la felicidad esperada al jugador. Goles sí, títulos también, pero nada de eso ha cautivado al delantero que busca una salida. Esta podría ser incluso inminente, como se apunta en algunos medios desde hace días. El mercado invernal podría precipitar los acontecimientos, ya que la situación es insostenible en Stamford Bridge y Costa ha buscado el contacto directo con el Atlético de Madrid. Ya el pasado verano desvelamos en 'Vozpópuli' los continuos flirteos, encuentros y conversaciones de Costa con miembros del cuerpo técnico de Simeone. Sus ansias por volver eran similares a las del ya de vuelta en el Calderón Filipe Luis. Si a ello le sumamos el problema de gol que tiene el Atlético, sobre todo con Jackson Martínez, el planteamiento deja de ser tan descabellado. Lo de menos son las cantidades y las condiciones por más que deban negociarse. En Alicante, al ser interrogado por Vozpópuli sobre su posible adiós al Chelsea y vuelta al Manzanares, contestó con una sonrisa en la cara: "La gente lo dice, pero a mí no me ha llegado nada...".
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