Algunos parecen haber descubierto estos días la violencia que anida en el fútbol base español desde hace mucho tiempo, pero la realidad de cada fin de semana confirma la gravedad de un problema de muy difícil erradicación.
El último caso conocido -o más bien grabado en vídeo- tuvo lugar este fin de semana en Andorra, ese pequeño país ubicado entre España y Francia. Sucedió en los últimos minutos del partido de categoría Juvenil -Preferente catalana grupo 3- entre el Andorra FC y la AE El Prat.
Ganaba el equipo andorrano 2-1, cuando un jugador local solicitó a El Prat que lanzase el balón fuera puesto que había un compañero suyo lesionado sobre el césped. Los futbolistas discuten, el árbitro expulsa a dos, uno por equipo, y camino del vestuario el expulsado de El Prat se encara con un espectador que le está increpando desde la banda.
A partir de ahí, la pelea se va masificando y en el tumulto se mezclan juveniles y aficionados presentes en la grada. El enésimo y lamentable bochorno.
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