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Al enemigo, ni agua

Italia no quería que el campo de Gansk se regara y, aunque el reglamento obliga a hacerlo 75 minutos antes, y no 60 como pidió España, finalmente no fue regado. La delegación española presentará a la UEFA una queja formal, además de pedir que el césped esté más corto para los partidos ante Irlanda y Croacia.

“Es penoso e inaceptable. Perjudica el control, el pase y el regate. No se puede jugar si no lo riegan. Está seco”, se quejó Xavi al término del España-Italia. “Estaba sequísimo y dificultaba la circulación. Ver el campo en estas circunstancias es un auténtico desastre. La UEFA no lo ha querido regar y no podemos salir nosotros a regarlo”, añadió Iniesta. “No sabes qué hacer, si quejarte o quedar por tonto. Nos ha perjudicado. El pase no llega o llega tarde. A ver si la UEFA cambia la mentalidad. Estamos en 2012”, remató Cesc. No es casualidad que fueran tres jugadores del Barça quienes más se quejaran sobre el estado del césped del Arena de Gansk. La jugarreta de los italianos de no regar el campo perjudicó claramente a España, por más que Pirlo dijera que a La Azzurra también. "No ha sido cosa nuestra lo de no regar el césped. Viene de más arriba. Para mí, para nosotros, para Italia, el césped también estaba seco y no nos favorecía", dijo el centrocampista de la Juve.  

El caso es que en la reunión previa al España-Italia, la delegación española pidió que el campo se regara una hora antes del partido, el tiempo mínimo que permite el reglamento. Como quiera que Italia se opuso, lo acordado fue aplicar el reglamento de la UEFA, según el cual, en caso de no haber acuerdo el campo debe regarse 75 minutos antes de que se inicie el encuentro. Sin embargo, cuál fue la sorpresa de la selección española, que cuando 90 minutos antes llegaron al Arena de Gansk comprobaron que el campo estaba seco, además de alto. Testigos presenciales, que llevaban en el estadio desde hacía tres horas, confirmaron que el césped no había sido regado. Ni una gota.

Como es lógico, el enfado en la delegación española se hizo evidente, y así se lo hicieron saber al árbitro, aunque ya no había solución. España también solicitó en la reunión previa al partido contra los transalpinos que el césped se regara en el descanso, pero Italia también se opuso, y en este caso el reglamento dice que si uno de los contendientes no quiere, el campo no se riega. Si a lo seco que estaba el césped se le suma la altura, es normal que al balón le costara rodar. 

Un día después del España-Italia, y ya de vuelta a la concentración de Gniewino, los responsables de la Federación Española estudiaron y prepararon una queja formal para presentarla a la UEFA por lo sucedido en Gansk. No se entiende que después de lo acordado en la reunión de delegaciones, los responsables de regar el campo no lo hicieran, de ahí las sospechas de que hubo una mano negra que cerró el grifo.  

Como quiera que La Roja disputará sus otros partidos de la fase de grupos en el mismo estadio, ante Irlanda el jueves y ante Croacia el lunes, ni que decir tiene lo importante que es para Del Bosque que las quejas presentadas por la FEF sirvan para que no se vuelva a repetir lo de Italia. Además del mencionado escrito a la UEFA, será el propio Ángel María Villa, presidente de la Federación Española y vicepresidente de la UEFA, quien deberá velar por los intereses de La Roja, que no son otros que se cumpla el reglamento y el césped se riegue, al menos 75 minutos antes del partido.  

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