No hay manera. Ni viniendo de una racha de 14 partidos oficiales ganados uno tras otro. Ni con el cartel de favorito que le otorga su condición de vigente campeona de Europa y del Mundo. Ni frente a un rival con más pasado que presente. España no derrota a Italia en partido oficial y sin contar la tanda de penaltis desde 1920 y en su debut en la Eurocopa de Polonia y Ucrania tampoco fue capaz de hacerlo. Es más, un gol de Di Natale adelantó a la Azzurra, pero Cesc, el 9 mentioroso por el que apostó Del Bosque, lo neutralizó con otro tras un gran servicio de Silva. Sorprendió, y preocupó, que el seleccionador sacrificara al canario nada más empatar. Todo hace indicar que el cambio por Jesús Navas estaba previsto antes del gol, pero aún así, la sustitución de Silva se hace difícil de entender. Como incomprensible fue el estado del terreno de juego, excesivamente seco.
Se atascó La Roja en el primer tiempo. La innegociable presencia de Busquets y Xabi Alonso en el centro del campo perjudicó la exquisita acumulación de 'jugones' por delante del balón y benefició la buena presión de los italianos. Ni Torres, ni Negredo. Del Bosque dudaba entre alinear al Niño o jugar sin un 9 de referencia y al final se decidió por lo segundo. Pensó en alinear a Pedro abierto a banda, con Silva por dentro, pero al final mantuvo a Silva en la derecha y apostó por Fábregas de 9 falso. El propio jugador del Barça reconoció tras el partido que se enteró justo antes del partido y que sobre su ubicación con falso 9 no había nada ensayado, lo cual no deja de resultar chocante y demuestra que los partidos de preparación no sirvieron para nada.
Con respecto al equipo que disputó la final de Viena en 2008 seis jugadores repitieron en el once inicial: Casillas, Ramos, Xavi, Iniesta, Cesc y Silva. Las novedades, Arbeloa (por Marchena), Piqué (por Puyol), Jordi Alba (por Capdevila), Busquets (por Senna) y Xabi Alonso (por Torres). Precisamente, El Niño fue el sacrificado por Del Bosque, aunque en la recta final del partido le dio entrada y el 9 del Chelsea defraudó. Tuvo hasta tres ocasiones para batir a Buffon, pero no estuvo acertado. Con Navas jugando a lo que mejor sabe, pero que tan poco se parece a lo que juega el resto, la victoria de España estuvo en los pies de Torres. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedió en 1920 en los Juegos de Amberes, donde se fecha la única victoria española en partido oficial sobre Italia, a Torres le faltó la decisión y el empuje que tuvo Belauste, autor de la célebre frase ¡A mí el pelotón, Sabino, que los arrollo!
Fue en aquella competición, que terminó con la medalla de plata para la selección española, donde tiene su origen la Furia. La misma Furia que muchos añoraron cuando La Roja dominaba a Italia, aunque sin crear apenas ocasiones de gol. Pero, que nadie lo olvide, pese a ir ganando, el empate supo a gloria a la Azzurra, mientras que a España ni siquiera salvar un punto le sirvió de consuelo. Sobre todo, porque poder, pudo. Y eso que Italia fue menos Italia que otras veces y planteó un partido más atrevido, algo que siempre es de agradecer.
España: Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Piqué, Jordi Alba; Busquets, Xabi Alonso, Xavi, Iniesta, Silva (Navas, m.65); y Cesc (Fernando Torres, m.74).
Italia: Buffon; Giaccherini, Chiellini, De Rossi, Bonucci, Maggio; Marchisio, Thiago Motta (Nocerino, m.89), Pirlo; Cassano (Giovinco, m.65) y Balotelli (Di Natale, m.56).
Goles: 0-1, m.60: Di Natale. 1-1, m.64: Cesc.
Árbitro: Viktor Kassai (HUN). Amonestó a Jordi Alba (67) y Arbeloa (84) y Torres (84) por España; y a Balotelli (37), Bonucci (67), Chiellini (79) y Maggio (89) por Italia.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la primera jornada del Grupo C, disputado en el estadio Arena Gdansk, ante la presencia de 39.000 espectadores. Estuvieron en el palco de honor los Príncipes de España, el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, el presidente de UEFA, Michel Platini, y el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, entre otras personalidades.