Sostiene mi buen amigo Jorge Sáinz, gran aficionado al fútbol pero condenado al dolor por su sentimiento zaragocista, que la controvertida convocatoria de Luis Enrique para esta Eurocopa es "una lista kamikaze" con la que el técnico asturiano en realidad prepara al equipo para el Mundial de Qatar, como si este torneo fuera un banco de pruebas sin mayor importancia.
Lo malo del asunto es que todo hace indicar que la razón asiste a este colega maño. Si es así, el entrenador de la Selección se equivoca porque al menos desde 2008 España es ya un grande del fútbol europeo que tiene la responsabilidad de comparecer a estos torneos con los mejores equipos posibles, porque es (o al menos debe ser) una de las favoritas a conquistar la victoria. No está el horno para pruebas. Quizás Luis Enrique ha tenido uno de esos "ataques de entrenador" tan nocivos -que le pregunten a Guardiola tras la final de Champions-. O tal vez es que cree que no conviene tomarse demasiado en serio una Eurocopa tan extraña.
Ya perdonarán la falta de originalidad, pero esta Eurocopa es eminentemente rara. Rara en su concepción, con aquello de que se juegue en media Europa en vez de en uno o dos países como mandaba la tradición. Rara en sus fechas porque como todos ustedes saben el campeonato tuvo que posponerse un año debido a la maldita pandemia. Y rara será en su desarrollo, con menos público del habitual y, siento la insistencia pero es que no puedo evitarlo, sin Sergio Ramos entre los participantes.
Lo mejor de esta Eurocopa es que de ella saldrá el balón de oro de 2021. Lo ganará quien sea decisivo llevando a su selección lejos en el torneo. Porque eso de que el jugador del Chelsea N'golo Kanté vaya a ganar este premio es una broma de mal gusto
Las casas de apuestas -y el sentido común también, por cierto- dicen que Francia es la gran favorita para triunfar en esta competición. Y también apuntan que Inglaterra es la segunda con más opciones. Un escalón por debajo estarían otras selecciones como Alemania, Bélgica, Portugal y España. Habrá sorpresas, como siempre, porque en este maravilloso deporte las apuestas son un poco como los encuestadores en España: todo el mundo las utiliza aunque sepan que no van a acertar.
Pese a la también extraña convocatoria de Luis Enrique, sea o no sea el citado banco de pruebas, es seguro que España también tendrá sus opciones. El equipo quizás sea demasiado joven pero no está exento de calidad. El grupo de la primera fase es asequible. El cruce de octavos de final también parece sencillo. El problema llegará en cuartos. Ahí habrá un rival temible. Y, como siempre, esa eliminatoria marca la frontera entre el fracaso y el triunfo. Está claro que en cualquier caso vamos a divertirnos.
Lo mejor de esta Eurocopa, con todo, es que de ella saldrá el balón de oro de 2021. Lo ganará quien sea decisivo llevando a su selección lejos en el torneo. Ahí suenan el eterno Cristiano, el goleador Harry Kane o el exquisito Benzema. Porque eso de que el jugador del Chelsea N'golo Kanté vaya a ganar este premio es una broma de mal gusto que tiene que responder, por fuerza, a la falta de noticias que obliga a los medios deportivos a inventarse patrañas. Claro que en un mundo futbolístico tan enloquecido como el actual, con una Eurocopa así y un Mundial invernal como el de Qatar, todo es posible.
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