Deportes

Cuando Felipe puso a Isinbayeva como "ejemplo extraordinario" para la juventud

Felipe de Borbón no podía imaginarse en 2009 que la extraordinaria atleta rusa que recibía el merecido Premio Príncipe de Asturias de los Deportes sería protagonista de un escándalo mundial cuatro años después. Yelena Isenbayeva, alabada entonces por el heredero de la Corona española, se ha mostrado ahora firme defensora de la ley 'anti-homosexuales' aprobada por el Gobierno de su país. Es la penúltima  polémica de un gafado galardón que, por ejemplo, sigue manteniendo entre su nómina de receptores a Lance Armstrong (año 2000).

Esta vez sería injusto criticar al jurado de los Premios Príncipe de Asturias de los Deportes 2009 por otorgar el galardón a una atleta insuperable en lo suyo, Yelena Isinbayeba, pero lo cierto es que el escándalo ha vuelto a salpicar de lleno a un prestigioso certamen cuya modalidad deportiva navega entre la torpeza y el gafe.

El acta del jurado de 2009 resume los méritos de Isinbayeba y, entre otros, alaba textualmente “la ejemplaridad de su vida y obra”. Cuatro años después, la fama mundial de la pertiguista rusa se ha disparado. Y no precisamente por sus nuevos méritos deportivos, sino por apoyar públicamente la polémica “ley anti-gays” aprobada por el Gobierno de su país.

"Si permitimos que (los gays) promuevan y hagan todo eso en la calle estaríamos muy preocupados por nuestro país, porque nos consideramos gente normal", dijo la saltadora durante los Mundiales que se celebran en Moscú.

“Simplemente vivimos hombres con mujeres y mujeres con hombres -añadió la doble campeona olímpica. Viene de la historia. Nunca hemos tenido ningún problema ni queremos tenerlo en el futuro".

"Estamos profundamente en contra (de la homosexualidad). Estamos en contra de la publicidad en nuestro país. Apoyo a nuestro gobierno", insistió Isinbayeva horas después de haber ganado en casa su tercer oro mundial.

Por eso hoy rechinan de forma especialmente sonora las palabras de Felipe de Borbón durante la ceremonia de entrega de ‘sus’ Premios en 2009. "Merece la admiración y el respeto que todos le tributamos. Nos gustaría que su ejemplo extraordinario se inculcara en la juventud, en todas aquellas personas que desean ser mejores, que aspiran a una vida más saludable", leyó el Príncipe de Asturias en el Teatro Campoamor de Oviedo.

Lógicamente, Felipe de Borbón no podía adivinar lo que vendría después. El caso Isinbayeva se suma al de Lance Armstrong, premiado en 2000. Si al exciclista estadounidense no le han borrado de la nefasta historia del Príncipe de Asturias de los Deportes después de confesar la mentira de unos éxitos basados en el dopaje, las declaraciones de la atleta rusa ni serán comentadas por los responsables del gafado galardón.

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