Ni fue una sorpresa ni, seguramente, un disgusto. Al contrario. El anuncio de Bernie Ecclestone en Budapest sólo puede ser recibido como un respiro para una Comunidad Valenciana que acaba de pedir un rescate al Gobierno español. Que el GP de Europa no se celebre en 2013 en la capital levantina supone un ahorro de 35 millones de euros (20 de canon y 15 de organización aproximadamente).
Dicho ahorro se antoja obligado toda vez que hace apenas unos días el conseller de Economía, Industria y Comercio, Máximo Buch, cifró las necesidades de liquidez de la Generalitat hasta finales de año en 1.500 millones de euros de cobertura del déficit y en otros 2.000 millones para cubrir vencimientos de deuda.
De manera informal, como más le gusta, Ecclestone se dejó caer por la sala de prensa del circuito de Hungarorig donde este fian de semana se disputa el GP de Hungría y dio la noticia: el año que viene el Mundial contará con veinte carreras y en España sólo se disputará una de ellas, la que tendrá como escenario el cicuito de Motmeló en Barcelona. Y se escabulló cuando algunos periodistas españoles le preguntaron sobre lo que sucederá en 2014 y años sucesivos.
El GP de Europa se disputó por vez primera en el circuito urbano de Valencia en 2008 y, teóricamente, el contrato se extendía hasta 2015. De ahí que el portavoz de Compromís en las Corts Valencianes, Enric Morera, considera que el anuncio de Ecclestone, "confirma" que tanto el anterior presidente de la Generalitat, como su sustituto "designado a dedo por Rajoy", son presidentes "muy fáciles de engañar, como lo hicieron en su día los cabecillas de la 'trama Gürtel' y ahora el propietario de la Fórmula 1, que anuncia que deja de hacer carreras en Valencia pero no dice si pagará una penalización económica".