La suerte se alió con los Red Bull de Sebastian Vettel y Mark Webber. Los de la escudería británica no las tenían todas consigo y no confiaban en realizar una buena calificación sobre mojado, mientras que, en condiciones de seco, tenderían a arrasar sobre la pista australiana, caminando con paso firme hacia la 'pole position'.
Alonso: "Es una lástima que la clasificación se haya aplazado, pero era una decisión necesaria ya que las líneas blancas resbalan demasiado"
Y parece que alguien oyó sus peticiones y la tormenta, que no tenía intención de marcharse, puso su foco en Albert Park, donde descargó toda su intensidad. La organización intentó continuar con su marcha habitual, aunque con algunos retrasos. A la hora prevista, el coche médico empezaba a rodar para evaluar la situación del trazado y determinaba que habría que esperar diez minutos más para comenzar la sesión. Y así fue.
La Q1 comenzó según lo esperado, aunque, tal y como estaba el circuito, podría pasar cualquier cosa y las sorpresas podían ser grandes. La expectación era máxima, pero la lluvia dio una tregua a los pilotos para que pudieran disputar la prueba en condiciones. Al final, sin sorpresas.
El alemán Nico Rosberg (Mercedes) fue el más rápido, seguido del Ferrari de Fernando Alonso, los únicos capaces de bajar de 1:44. Además, Pastor Maldonado (Williams) se quedó fuera del corte y no podrá disputar el resto de la calificación, mientras que el francés Charles Pic (Catherham) no estará en la carrera, al no poder bajar del tiempo mínimo.
Todo estaba listo para la celebración de las dos siguientes sesiones de la calificación, pero la lluvia volvió a hacer su aparición y la organización iba retrasando cada vez más su comienzo. La noche se echaba encima de Melbourne, por lo que se vieron obligados a suspender el resto de la calificación hasta las 01.00 horas, hora española, seis horas antes del comienzo de la carrera.
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