La mejora del motor Honda que McLaren había puesto de gala en los libres del viernes se ha visto matizada en la sesión de clasificación del sábado, en la que Fernando Alonso entró en la ronda final por los pelos y gracias a una vuelta magistral. Es cierto que el coche del asturiano muestra cierta mejoría, pero aún está muy lejos en propulsión de los motores Mercedes, que siempre tienen un plus el sábado. De este modo Alonso saldrá décimo, y esperando a que la lluvia le ayude para no ser superado por el mexicano Sergio Pérez, que falló en su vuelta lanzada. Los puntos estarán complicados en condiciones de seco para Fernando Alonso, debido a que a la falta de potencia de Honda hay que sumar el excesivo desgaste de neumáticos que acucia su coche, un factor clave en la carrera de mañana en la que el asturiano tendrá que partir con los neumáticos ultrablandos. De todos modos, no todo es pesimismo. La distancia entre el McLaren y la pole ha sido de 1,2 segundos, la menor diferencia desde que el piloto español volvió a Woking hace ya más de un año. Jenson Button no superó la Q2 y saldrá duodécimo, aunque probablemente eso le permitirá montar unas ruedas más duras que las de Alonso al inicio de la carrera.
La pole fue para Lewis Hamilton, quinta del británico en este circuito donde ya logró la primera de su trayectoria en la Fórmula 1. Apenas seis centésimas le separaron de su compañero Nico Rosberg, segundo, que completó el doblete de Mercedes. Si la carrera es en seco, el líder del mundial tratará de volver a aprovechar la salida y forzar a Hamilton a sobrecastigar sus frenos y sus neumáticos, aspectos claves en Montreal y habituales puntos débiles del inglés. Por detrás estuvo Sebastian Vettel, tercero, a apenas dos décimas de los Mercedes, lo que hace renacer a Ferrari tras el aciago fin de semana en Mónaco y los sitúa como aspirantes a la sorpresa. Los Red Bull se situaron cuarto y quinto, con Ricciardo por delante de Verstappen, y Raikkonen será quien parta sexto. Delante de Alonso también parten los dos Williams y Nico Hulkenberg.
Sainz, contra el muro
La mala suerte de la jornada recayó esta vez sobre Carlos Sainz, que aspiraba también a entrar en la Q3 cuando chocó contra el famoso muro de los campeones de Montreal. El Toro Rosso no se adapta a este trazado, que exige una velocidad punta que el motor Ferrari del año pasado no puede proporcionar. A causa de esto el coche se hace más difícil de conducir, lo que ha terminado con un Sainz sobre excitado tocando el muro. A veces, como Ricciardo o Vettel, tocas el muro y puedes seguir, pero a Carlos esta vez le tocó la de arena y tendrá que salir decimoquinto, justo por delante de su compañero de equipo Kvyat, que acarrea una sanción de Mónaco. El piloto madrileño tendrá que esperar a que la lluvia solucione un fin de semana que de momento está siendo muy comprometido por la baja prestación de su monoplaza. Aunque el que peor suerte corrió de todos fue el piloto danés de Renault, Kevin Magnussen, que impactó contra el muro en los terceros entrenamientos libres causando tales daños que ni siquiera pudo tomar parte de la clasificación.
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