A Maurizio Arrivabene, director de Ferrari, se le han acabado los argumentos y las excusas para justificar una temporada aciaga. Otra. Acostumbrados a vender humo, en Maranello hablaban de 2016 como “el año en que lucharemos con Mercedes”. Nada más lejos de esa pretensión.
Kimi Raikkonen, en su línea, alterna buenas carreras con sus pájaras habituales; Sebastian Vettel anda entre tristón y enfadado; y, como compendio de ambos, la Scuderia perdió hace tiempo cualquier opción de aspirar a título alguno. Ni el de constructores -ya ganado por Mercedes- ni el de pilotos.
Así las cosas, ¿qué contarle a los periodistas, sobre todo a los cada día más críticos italianos? Pues lo habitual en estos casos cuando se aborda el tramo final de curso: “Estamos centrados en probar piezas para el coche de 2017”. Un clásico.
Arrivabene: "Dedicar tiempo a resolver los problemas de este año sería perderlo para 2017"
El año que viene habrá una revolución en la normativa que regula la construcción de los coches, así que Arrivabene decidió tirar por la calle de enmedio después de otro frustrante GP, el de Estados Unidos, donde Ferrari volvió a ser el tercer equipo de la parrilla, a considerable distancia del segundo, Red Bull.
Vettel fue incapaz de desafiar siquiera a Daniel Ricciardo y tuvo que conformarse con la cuarta plaza, lo que extiende la ausencia de pilotos de rojo en un podio durante cuatro grandes premios consecutivos (el tercer puesto del alemán Vettel en Monza es el único cajón italiano en las últimas nueve carreras).
Fruto de ello, el equipo austriaco le saca 56 puntos a la Scuderia en la batalla por el subcampeonato e constructores.
"Sabíamos que el Circuito de las Américas no era propicia para nosotros -dijo Arrivabene-, pero hay que ser realistas y dedicar tiempo a resolver los problemas de este año sería perderlo para 2017. Esa es la razón por la cual nos hemos concentrado en circuitos de alto rendimiento como fue Suzuka (Japón)”.
Por eso, según el director italiano, todas las actualizaciones y reglajes de los coches se centran en la recogida de datos relevantes que puedan ser útiles para el Mundial que viene.
Tal es la desesperación que se vive en Italia, que uno de los más veteranos y reputados periodistas especializados en F1, Pino Allievi, escribió los siguiente en La Gazzetta dello Sport: “En Austin se vio de nuevo al mejor Fernando, pese a que está muy limitado por su McLaren. Hay muchos en Maranello que siguen lamentando su marcha".
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