En plena batalla, a más de 200 km/h Hamilton y Alonso jugaron al ratón y el gato para impedir que el otro usara el DRS, sistema instalado en el alerón trasero que da una aceleración extra (unos 15 km/h) para adelantar.
El inglés, segundo, vio venir al español, cuyo Ferrari tenía mejor ritmo, justo antes de que se activase la zona donde se podía usar el DRS, así que levantó el pie para dejarle pasar y luego, yendo detrás, poder utilizar dicho artilugio y devolverle el adelantamiento.
Pero Alonso se dio cuenta de la maniobra, así que hizo lo mismo, se quedó a medio adelantamiento y segundos después, ya en zona DRS, a más de 300 km/h, pasó al Mercedes de Hamilton y le arrebató la segunda plaza en el podio de Montreal.
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