El abogado de Mercedes, Paul Harris, ha defendido la inocencia de la escudería, acusada de realizar el mes pasado unos entrenamientos ilegales en el Circuito de Cataluña, y ha acusado a la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) de emplear un "doble rasero" con Ferrari, que también participó en aquellas sesiones, pero que no fue citada por emplear un coche de 2011.
La investigación inicial llevada a cabo por la FIA reveló que el test de 1.000 kilómetros de neumáticos que hizo Mercedes en Barcelona podría haber violado las regulaciones que limitan los pruebas durante la temporada. Mercedes ya mostró su disposición a explicar lo ocurrido de "manera abierta y transparente" ante el Tribunal Internacional, organismo que forma parte del nuevo sistema judicial establecido por la FIA en 2010.
En este caso, los comisarios de carrera en Mónaco enviaron un informe a la FIA tras las protestas de Mercedes acusando a Red Bull y Ferrari. La escudería italiana también participó en una prueba de Pirelli a principios de temporada, pero la FIA ha confirmado que no infringió las normas, ya que utilizó un coche de 2011.
El Tribunal Internacional de la FIA celebró este jueves en París la audiencia para aclarar la posible culpabilidad de Mercedes y de Pirelli, suministradora única de neumáticos en la Fórmula 1. Además del abogado de Mercedes, también acudieron el jefe de Red Bull Christian Horner, artífice de la audiencia con su protesta, así como abogados de Ferrari y Williams. Una vez celebrado el acto, la FIA anunció que publicará su veredicto este viernes. Así al menos lo anunció el presidente del jurado, Edwin Glasgow.
"Las diferencias fundamentales en el trato son evidente. A Ferrari se le permitió contar con una autorización verbal de Pirelli que confirmaba el permiso y nosotros estamos siendo juzgados por eso mismo. Ferrari estaba más involucrado en los entrenamientos que nosotros, reservaron y pagaron el alquiler del circuito. Pero no son criticados", lamentó Harris. El letrado de Mercedes aseguró que la escudería italiana "también pasaron de los 1.000 kilómetros" en aquellas sesiones. "Era un test a cargo de Pirelli, no de Mercedes, así que no hay caso", zanjó.
Por su parte, el abogado de la FIA, Mark Howard, defendió que Mercedes quebró las reglas en Montmeló. "El tiempo de test esta definido a propósito como tiempo rodando con el coche en la pista. Es un término que se usa deliberadamente para evitar ambigüedades. Cualquier tiempo en pista se considera test. Es difícil decir que Mercedes no sacó beneficio de aquellos entrenamientos", explicó.
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