Los partidos entre Barcelona y Atlético de Madrid suelen ser sinónimo de tensión, y el de ayer no fue menos. Dos estilos totalmente opuestos que cuando chocan no hacen prisioneros. En la noche de ayer los protagonistas volvieron a ser dos sospechosos habituales: Luis Suárez y Filipe Luis. En la segunda parte, una entrada del uruguayo dejó tendido en el suelo al lateral colchonero, en una acción que le costó la amarilla a Suárez. El delantero culé, que siempre va a todas, reclamó sobre el campo que no había tocado a Filipe, insinuando que éste estaba haciendo teatro para influenciar la decisión del árbitro.
La polémica llegó después del partido, cuando el lateral brasileño llegó al vestuario y descubrió la herida que la entrada de Suárez había dejado en su pie. Sin cortarse un pelo, Filipe decidió subir la foto a su Instagram acompañándola con el texto "menos mal que no me toca". La instantánea enseguida se hizo viral y pronto llegó a oídos de Luis Suárez, que aún estaba en zona mixta. Preguntado por la acción, el uruguayo respondió: "el fútbol es para hombres, todo queda en la cancha. Si cada vez que a uno le peguen cuelga una foto, esto se convierte en un circo". Sin duda, una actitud que no ayudará a calmar los ánimos entre dos equipos enemistados.
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