Puede que fuese el cansancio lógico tras el enorme esfuerzo al que están sometidos los pilotos de Fórmula 1 en cada carrera que completan, pero el gesto y el tono de Fernando Alonso tras bajarse del coche en el GP de China no invitan precisamente al optimismo. Es más, su cara y su voz casi contradicen el pretendido discurso buenista sobre el futuro deportivo de McLaren.
El piloto español entró 12º, pero valora de forma especial el hecho de haber cruzado bajo la bandera de cuadros de la meta de Shanghái: "Ya dije que ese era el objetivo, acabar, y coger experiencia. Lo hemos conseguido. Había dado doce vueltas como máximo en los tests de invierno, 22 en la anterior carrera (Malasia) y aquí hemos conseguido acabar los dos coches (56 vueltas). Por ello tenemos ahora mucha información que estudiar".
Sus palabras, ante los micrófonos de las televisiones españolas, sonaban tristes, rayando la decepción: "Yo también tengo que sacarle mucho más al coche. Tenemos que analizar muchas cosas como los neumáticos, porque con los blandos hemos ido mucho mejor de lo esperado, las temperaturas de baterías y frenos y o otro tipo de información muy útil para mejorar en la próxima carrera".
Tal parecía su desgana, que ni siquiera entró al trapo de las bordes palabras de Raikkonen en carrera. Cuando iba a doblar a Alonso, el finlandés espetó por radio: "Quitad ese McLaren de mi camino". Fernando le quitó importancia: "No pasa nada. Supongo que vamos muy lentos comparados con ellos y les molestamos. Acababa de salir del box con gomas nuevas, así que era normal que no hubiera cogido ritmo".
De cara a Bahrein, carrera prevista para el próximo fin de semana venidero, la opinión de Alonso tampoco da para alegrías: “No hay que ser muy optimistas, veremos una carrera muy parecida a la de aquí aunque el circuito es muy distinto”.
Minutos después, ya más reposado, el asturiano escribió el siguiente tuit:
https://twitter.com/alo_oficial/status/587172827540905984
Pues nada, sigamos andando antes que corriendo... y sigamos celebrando que se consiguen acabar las carreras.
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