Ferrari no cambia. Cuando hace semanas se anunció la dimisión de Stefano Domenicali y el nombramiento de Marco Mattiacci como director de la Scuderia fueron muchas las voces que avisaron sobre el perfil del nuevo jefe deportivo.
Mattiaci había hecho una excelente gestión como ejecutivo de ventas de la marca italiana en diferentes zonas del mundo, pero de ahí a dirigir un equipo de Fórmula 1.
La llegada de Mattiacci, lejos de frenar el ocaso de la escudería más legendaria de la parrilla, lo ha acrecentado. Pero no pasa nada. Su discurso es idéntico que el de Domenicali. Escasa autocrítica, buenos deseos y vacíos mensajes de esperanza.
"Estamos muy enfadados con nosotros mismos, pero no tenemos intención alguna de rendirnos", afirma en declaraciones oficiales que difunde la escudería.
Sin sonrojarse siquiera, Mattiacci cree que "el aspecto positivo de este fin de semana" es que todos en Ferrari tienen "un gran deseo de reaccionar, empezando por los pilotos".
"Kimi y Fernando son dos chicos extremadamente tenaces, capaces y competitivos, que saben hacer equipo y dar indicaciones en las áreas que ahora son una prioridad en nuestro programa de desarrollo. Algunas mejoras produjeron buenos resultados en pista y por este motivo seguiremos en esta dirección carrera a carrera", agrega.
Pero no se para ahí. Prosigue con tópìcos que cuesta digerir: "Hemos mejorado con respecto al comienzo del año, pero cada paso adelante que demos tiene que ser valorado en relación a los que den nuestros rivales".
Y, en pleno ejercicio de vendedor de burras, el director no se corta: "Ferrari ha empezado a trabajar sobre un enfoque específico, que gira en torno a algunas figuras clave: el presidente Montezemolo, James Allison, Fernando Alonso, Kimi Raikkonen y un grupo en el que se encuentran ingenieros de gran talento. El equipo debe llevar a cabo un proceso de reestructuración y todos deben tener las mejores condiciones posibles para poder desarrollar su trabajo".
"Hay un programa de desarrollo claramente definido que estamos llevando a cabo y por el que llevaremos mejoras a cada carrera. Otro de nuestros grandes objetivos es el de conseguir acelerar nuestros tiempos de reacción, que es algo que nuestros competidores parece que son capaces de hacer", concluye.
Unas plabras increíbles. Literalmente.
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