Como no tienen bastante con los problemas mecánicos del coche, McLaren quiere regresar de las vacaciones a lo grande. Haciendo ruido al anunciar a su pareja de pilotos para el Mundial 2016 en el GP de Bélgica que se celebra del 21 al 23 de agosto.
Lo malo es que uno de los actuales componentes del dúo que pone en pista la escudería británica verá oficialmente confirmada su salida del equipo a finales de año. Así, según la web especializada italiaracing.net, Jenson Button será sustituido el próximo Mundial por el joven belga Stoffel Vandoorne (23 años), actual piloto de reserva de McLaren y líder en la categoría de GP2. Este sería el nuevo compañero de Fernando Alonso a partir de enero.
Las dudas que plantearían tanto el temprano anuncio como el futuro de McLaren con Vandoorne no parece que le vayan a hacer mucho bien a un equipo que vive en el alambre, lastrado por un coche lento y frágil que en vez de competir se dedica a utilizar los grandes premios como entrenamientos para desarrollar tanto la mecánica como la aerodinámica.
En esa paciente y detallista labor de análisis, la presencia de dos experimentados campeones del mundo como Alonso y Button ha sido fundamental hasta ahora para sostener firmes las riendas de la desesperación y los nervios derivados de unos resultados muy deficientes.
Si de verdad McLaren aprovecha la llegada de la Fórmula 1 al mítico circuito belga de Spa para vender el ascenso de Vandoorne a la élite ante sus paisanos, el primer interrogante será conocer la reacción de Button. Más que su opinión, el inglés será escrutado con lupa durante toda la segunda parte del actual campeonato, y cualquier error o actitud extraña será leída en clave de dejadez ante su segura marcha.
Además, por muy profesional que haya demostrado ser siempre Jenson, ¿no bajará de forma inconsciente, aunque sólo sea un poco, los brazos? Y, siguiendo con ese capítulo profesional, ¿conviene que un piloto que podría fichar el año que viene por otra escudería conozca detalles técnicos de la evolución que, se supone, experimentará el MP4-30 en los próximos meses?
Otro vértice peliagudo del posible despido de Button es de índole sentimental o patriótico. ¿Cómo se tomará la siempre guerrera prensa automovilística británica el hecho de que la escudería bandera del país prescinda de "uno de los nuestros" -campeón del mundo y con intachable comportamiento- para sustituirlo por un belga que no ha demostrado nada ni tampoco es considerado una de las joyas por las que se pelea medio paddock?
Si en McLaren el panorama continúa en 2016 igual de negro, incluso peor, que ahora, ¿aguantará el joven Stoffel la tormenta que, contenida durante tantos meses, se desataría sin remisión sobre Woking (sede del equipo)?
El cuarto personaje, secundario pero relevante, de esta historia es otro defenestrado como Button. Se trata del tercer piloto, el danés Kevin Magnussen, que teóricamente estaba llamado a ocupar el primer asiento que quedara vacante. Si Vandoorne le adelanta por la izquierda, ¿cuál será su futuro en McLaren?
Por último está Fernando Alonso. Al líder, el piloto sobre el que tanto Honda como McLaren han querido cimentar su proyecto, no debería afectarle la identidad de su compañero. Sin embargo, todo dependerá del talento y el carácter del joven belga.
Con un tipo como Jenson Button es prácticamente imposible llevarse mal. Porque ejerce su trabajo de forma notable y, cosa rara, cae bien a casi todo el mundo debido a su señorial y afable forma de ser.
Si llega Stoffel Vandoorne habrá que darle un margen de tiempo para adaptarse al circo de la Fórmula 1 y para conocer sus intenciones. De momento, lo que haría McLaren anunciando este cambio es encender otra mecha en un equipo que es un polvorín permanente.
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