Menos mal que en Ferrari no pasa nada. Que todo se puede arreglar. Porque si no se oirían los tiros procedentes de Maranello, sede del equipo italiano.
Las malas sensaciones que dejó el nuevo Ferrari F14 T en la primera cita del Mundial de Fórmula 1, el GP de Australia, han provocado algo más que malas caras en la Scuderia.
De hecho, parece que vuelan los reproches de unos departamentos a otros. O eso dice Stefano Domenicali, director deportivo y responsable principal de lo, últimamente, poco bueno y mucho malo de Ferrari.
"Se trata de que todos hagan su trabajo y que estén concentrados en lo que han de hacer en casa, sin decir que eso es tu culpa o la mía. Como equipo, hemos de reaccionar juntos, y eso es lo que les he pedido a mis ingenieros y la gente”, asegura Domenicali. Eso sí, él parece estar por encima de esas rencillas. Como si la cosa no fuera con Stefano.
Lo más sorprendente es que Ferrari tiene que mejorarlo casi todo. Concretamente, el motor y el chasis.
"El motor es algo que necesitamos mejorar. Cuanta más energía tengas, menos hay que pisar a fondo así que gastas menos combustible. Sin embargo, el problema es mayor y no debemos centrarnos sólo en el motor porque el chasis del coche también necesita mejorarse", opina Domenicali.
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