Un informe del despacho de Garrigues publicado este jueves por el diario El Mundo confirma "el pufo" que asumió la Generalitat Valenciana al absorber Valmor, la sociedad a la que Bernie Ecclestone -patron de la Fórmula 1- adjudicó los derechos de las carreras celebradas en la capital del Turia, así como las ventajosas condiciones que obtuvieron los empresarios cuando se deshicieron de sus acciones porque el evento arruinó su empresa.
El gobierno valenciano asumió "la extinción de responsabilidad Civil de los administradores salientes de la sociedad, por incumplimiento de las obligaciones legales derivadas de su cargo"
"Los propietarios de Valmor eran el ex piloto Jorge Martínez Aspar, el empresario Fernando Roig y Bancaja. El único que figura como imputado es Aspar porque a él le atribuyen la toma de decisiones y la negociación con el ex presidente Francisco Camps, quien también esta imputado por el modo en cómo montó la competición, que acogió Valencia entre los años 2008 y 2012", recuerda El Mundo.
Según dicho informe, las condiciones en las cuales la Generalitat decidió asumir el contrato original que había firmado Valmor con la Fórmula 1 fueron muy poco usuales. Por ejemplo, el gobierno valenciano asumió "la extinción de responsabilidad Civil de los administradores salientes de la sociedad, por incumplimiento de las obligaciones legales derivadas de su cargo" y se comprometió a "mantener indemnes a los administrados respecto de cualquier responsabilidad Civil, excluyendo los casos de culpa grave o dolo".
La Generalitat pagó la simbólica e irrisoria cantidad de 1 euro para hacerse con un contrato que suponía asumir 50 millones de deuda y, además, "asumió todos los compromisos verbales o tácitos con los proveedores que contrató Aspar sin convocar ningún proceso público de contratación. Los servicios profesionales para el asesoramiento en Derecho Mercantil y Administrativo tenían que contratarse con Broseta Abogados; las gradas a Nüssli España; y el montaje de las barreras de seguridad a Hormix Integral".
La Generalitat pagó la simbólica e irrisoria cantidad de 1 euro para hacerse con un contrato que suponía asumir 50 millones de deuda
Aparte de la siempre enrevesada jerga jurídica, uno de los detalles que mejor describe el escándalo de la Fórmula 1 valenciana también viene descrito en el informe de Garrigues que publica El Mundo: un evento deportivo de la magnitud mundial de un gran premio de F1 en Valencia era organizado oficialmente por "sólo seis trabajadores".
"Los investigadores sospechan que en realidad los empresarios recurrieron a trabajadores de empresas públicas para organizar el Gran Premio. Uno de los salarios ascendía a 4.697 euros al mes", señala el periódico.
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