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El Club de Accionariado Popular Ciudad de Murcia, otra forma de gestionar el fútbol

Siguiendo la línea marcada por el FC United de Manchester, hinchas del Ciudad de Murcia que fue vendido por Quique Pina por 20 millones gestiona un club en la que sus 120 accionistas tienen derecho a voto.

Pocos se acuerdan ya del Ciudad de Murcia, el primer equipo que convirtió a base de cifras el fútbol en negocio. Veinte millones de euros hicieron volar al equipo de la capital murciana, los que se endosó el actual mandamás del Granada, Quique Pina, en una subasta que hizo circular al club por Oviedo, Cádiz hasta que halló lecho, incluso de muerte, en Motril.

Pero aquel equipo tenía afición y, por lo tanto, sentimiento pese a su corta pero intensa historia –en apenas diez años estuvo a punto de subir a Primera-. Un centenar de aficionados crearon en 2010 el Club de Accionariado Popular Ciudad de Murcia siguiendo la línea marcada por el FC United de Manchester, fundado por seguidores de los 'red devils' cuando no quisieron asumir la venta del equipo inglés a Malcolm Glazer, magnate estadounidense que se hizo con el club.

"Fuimos los primeros que lo hicimos en España. Somos ahora 130 accionistas con una cuota anual que a los cinco años se convierte en vitalicia", señala José Navarro, encargado de prensa del club.  Lo más novedoso es la horizontalidad que implica la toma de decisiones: "Aunque hay directiva, porque la ley obliga, en las asambleas todos deciden. Una persona, una acción y un voto. Todos somos iguales".

En la sexta categoría del fútbol nacional, Primera Autonómica, están a un escalón de ascender a Preferente Autonómica, la que sería quinta división con el empuje además de una afición que no les ha abandonado. "Sigue el sentimiento del Ciudad, con gente que colabora de otras provincias incluso. Este fin de semana pasado tuvimos una entrada de casi dos mil personas porque estamos con el ascenso en juego, pero la media nunca baja de un millar de espectadores", afirman desde el club.

El equipo se abastece de las cuotas de los accionistas, de lo que pueden exprimir de publicidad y de la colaboración, desinteresadamente desde bambalinas, del internacional del Manchester City, Javi García. "Su hermano Andrés juega con nosotros y su padre es el segundo entrenador. Nos envía camisetas firmadas por sus compañeros de equipo, balones… nos sirve para ajustar el presupuesto", comentan.

Su modelo está comenzando a ser copiado por otros clubes de la geografía nacional que quieren imitar una gestión que, en apenas dos años, está comenzado a dar sus frutos: "Llevamos dos años compitiendo de forma exitosa, pero el próximo curso habrá más equipos con este tipo de gestión; uno en Tarragona comienza en septiembre. Y en Almería y Palencia están dando los primeros pasos".

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