Thomas Flint, de 23 años, deberá pagar además una multa de 250 libras (292 euros) por arrojar la pieza de fruta al campo durante el derbi de Londres entre 'gunners' y 'spurs' en el que el conjunto que entrena el portugués André Villas-Boas se impuso por 2-1 a sus vecinos del norte de la capital británica.
El joven aficionado asistió acompañado por familiares y amigos a un juicio en el que la magistrada Rebecca Crane señaló que su "vergonzosa" acción podría haber avivado la violencia en las gradas del estadio White Hart Lane.
"Es un joven que se ha declarado culpable sin pensarlo. Hemos hablado con el Arsenal y han confirmado que no es un aficionado que haya creado anteriormente ningún problema, y en el registro policial no hay incidentes relacionados con el fútbol en los que esté involucrado", explicó su abogado, Christopher Wright, ante el tribunal.
Para el letrado, Flint "ha sido un aficionado incondicional desde que era un niño y ha asistido a docenas de partidos, si no cientos, sin provocar incidente alguno".
El joven "desea disculparse a través mío por su acción desafortunada, ante el equipo contrario y también ante el suyo, al que decepcionó con su conducta", dijo su defensor.
La juez se dirigió por su parte al joven para decirle que se ha "traicionado a sí mismo". "Tienes buenas referencias, pero dejaste que tu pasión por el fútbol hirviera hasta convertirse en hostilidad sobre un jugador del equipo rival", le dijo la magistrada británica.
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