Tras perder la final del año pasado y la de 2010, el conjunto bávaro conquistó por fin en Londres su quinta Copa de Europa, un título que cierra con honores el ciclo de Jupp Heynckes al mando del Bayern antes de que el español Pep Guardiola tome las riendas la próxima temporada.
Era la séptima ocasión en la historia en la que la batalla final por el máximo título europeo se libraba en Wembley, testigo en esta ocasión de un choque entre dos equipos que se conocen bien. El Borussia no creía en la condición de equipo menor que se le había atribuido antes del partido ante el poderoso equipo bávaro, ni tuvo en cuenta que carecía de la visión privilegiada del media punta Mario Götze, lesionado, y saltó al campo sin frenos, dispuesto a arrollar a los de Jupp Heynckes.
Lewandowski y Blaszczykowski se encargaron de meter el miedo en el cuerpo a los miles de seguidores que vestían de rojo en las gradas de Wembley al cuarto de hora, pero los futbolistas del Bayern, confiados en su capacidad de tumbar de un latigazo al rival más robusto, no perdían los nervios. El arquero Neuer salvó en más de una ocasión a los bávaros ante los arrebatos del goleador Lewandowski, que desquiciaba a los centrales Boateng y Dante, si bien los de Heynckes también se habían presentado en el campo de batalla bien armados.
El descanso no cambió el ritmo de ninguno de los dos equipos, que continuaban con la misma dinámica en el segundo tiempo. El Borussia dominó el primer cuarto de hora de esa segunda parte, pero recibió un martillazo de los de Heynckes en el minuto 60. Robben y Rybéry burlaron la última línea de los de Klopp para que el holandés acabara trazando un centro desde la línea de fondo que Mandzuki remató a la red a puerta vacía.
Por delante en el marcador, el Bayern parecía tener el duelo controlado y se disponía a dejar pasar cerca de su área la última media hora, pero la presión pudo en esta ocasión con el defensa Dante, que propinó una patada en el pecho a Reus en el interior del área que arruinó la ventaja de los bávaros. El árbitro italiano Nicola Rizzoli perdonó la segunda amarilla al central, pero señaló un penalti que Gündogan convirtió con un tiro seco hacia la izquierda del portero rival.
La pelea entre los dos bandos alemanes quedó rota en los últimos quince minutos, con el Bayern desatado en ataque, inquieto por decidir el duelo antes de llegar a una prórroga capaz de romper los nervios del futbolista más experimentado. Wembley se preparaba para vivir el tiempo añadido, y la certidumbre de que el minuto 90 llegaría con el empate en el marcador bajó las defensas de los de Westfalia.
Robben llegó en carrera en el minuto 88 al borde del área para llevarse un balón que los centrales del Borussia, demasiado blandos, se dejaron arrebatar, y encaró en solitario los últimos pasos para superar casi sin oposición al portero Weidenfeller y dar el golpe definitivo a una final vibrante.
Ficha técnica:
1 - Borussia Dortmund: Weidenfeller, Subotic, Bender (Sahin, m.90), Gündogan, Lewandowski, Reus, Hummels, Blaszczykowski (Schieber, m.90), Grosskreutz, Piszczek, Schmelzer.
2 - Bayern Múnich: Neuer, Dante, Ribéry (Dias, m.90), Javi Martínez, Manzukic (Gómez, m.90), Robben, Boateng, Lahm, Müller, Alaba, Schweingsteiger.
Goles: 0-1, m.60: Mandzukic. 1-1, m.68: Gündogan, de penalti. 1-2, m.88: Robben.
Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia). Amonestó a Dante y Ribéry (Bayern), así como a Groskreutz (Borussia) .
Incidencias: Final de la Liga de Campeones disputada en el estadio de Wembley ante 86.298 espectadores.
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