Florentino Pérez, proclamado presidente del Real Madrid para un cuarto mandato sin oposición alguna, tal y como ya sucediera en 2009, aseguró que el club tendrá la próxima temporada "un equipo con garantías, talento y hambre para conseguir retos, con un cuerpo técnico a la altura de los desafíos y la exigencia de la entidad". Eso sí, nombres no dio ninguno. Ni siquiera el cacareado de Zidane, a quien ha utilizado de punta de lanza a la espera de poder fichar como entrenador al italiano Carlo Ancelotti.
En declaraciones a 'Telecinco', Florentino dijo horas después sobre Zidane que "podría ser el entrenador. Tiene el título y es madridista. Todavía no lo hemos pensado porque hemos sido muy escrupulosos con los plazos. Pero cumple todos los requisitos seguro. Digamos que es un tema que tenemos que valorar. En una primera etapa es un poco... No quiero decir arriesgado, pero necesita foguearse".
A la toma de posesión de Pérez asistieron, entre otros, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que no se pierde ningún acto de Florentino, y la consejera de Educación, Cultura y Deporte, Lucía Figar, además del presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, y los presidentes de clubes como Enrique Cerezo (Atlético), Ángel Torres (Getafe), Raúl Martín Presa (Rayo Vallecano) y Carlos Suárez (Valladolid).
Brilló por su ausencia Alfredo di Stéfano, de quien su novia y prometida, Gina González, asegura que se encuentra retenido en su domicilio desde que anunció su intención de contraer matrimonio con ella. Florentino hizo alusión a él cuando dijo que "nunca nos vamos a rendir en nuestros sueños, como aprendimos de nuestro presidente de honor".
"El futuro ha empezado ya y yo como vosotros quiero más, como lo querría Santiago Bernabéu", dijo Pérez en un discurso de lo más previsible. "Comenzamos una nueva andadura con la responsabilidad de estar al frente del club más grande, un club ejemplar que busque la máxima excelencia", añadió.
Florentino, que llegó a la presidencia del Real Madrid en el año 2000 y fue reelegido en 2004, si bien no concluyó ese segundo mandato, elogió también el trabajo de la cantera, especialmente del Castilla y el Real Madrid C, aunque sólo fuera para recordar que "en los próximo meses tendrá terminada su residencia" en la Ciudad Deportiva.
Sin nada que ofrecer, o al menos adelantar, en el apartado deportivo, el presidente aseguró que pese a la situación económica el Real Madrid vive "el mayor momento de fortaleza en lo financiero", lo que le permite garantizar que el club "va a seguir siendo de sus socios y reforzando su proyecto deportivo. Tenemos más de 300 millones de patrimonio deportivo".
Por último, Florentino Pérez abogó por consolidar en este mandato que le llevará hasta 2017 la estabilidad social, "con ética y con liderazgo mundial", y volvió a hacer referencia al "perfeccionamiento en las instalaciones", de forma que el Bernabéu sea "un icono arquitectónico único".
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