En una reciente entrevista concedida al programa 'Bisitaria' de ETB, Xabi Alonso afirma que cree que las cosas le han salido bien y que siempre ha tomado "las decisiones correctas". Y eso que ha tenido que tomar bastantes en su larga y exitosa carrera futbolística. Desde cuando declinó la oferta para irse del Antiguoko al Athletic porque quería jugar en la Real Sociedad, a la decisión de dejar Anoeta para marcharse al Liverpool y, después de cinco años en Anfield, forzar su salida al Real Madrid.
Ahora, el tolosarra se enfrenta a otra decisión que, como no podía de otra forma, está meditando. Tal vez porque ya no se trata de dar un paso más en su carrera, en la que lo ha ganado todo, sino que es algo mucho más íntimo, debatirse entre la razón y el corazón. Xabi, que llegó al Real Madrid en agosto de 2009 procedente del Liverpool, cumple su cuarta temporada en el Bernabéu y termina contrato el 30 de junio de 2014. Como es lógico, y noticia sería lo contrario, el club que presidente Florentino Pérez está interesado en que renueve. Su agente, Iñaki Ibáñez, ya conoce la propuesta para ampliar la vinculación en dos años más. Es decir, prolongar su contrato hasta 2016, año en el que Xabi cumpliría 35. Por cierto, este domingo domingo celebra su 31 cumpleaños.
Según algunas fuentes, el Madrid mejoró la ficha de Alonso en un millón de euros hace un año (pasó de cobrar 3,5 a 4,5) sin que ni el jugador ni su representante lo pidieran. Xabi es uno de los indiscutibles para José Mourinho, de ahí que la continuidad del técnico portugués también podría influir en que el tolosarra aceptara la oferta de renovación del Madrid. Claro que para ello también debería esperar. Mou amplió su contrato precisamente de 2014 a 2016, aunque no termina de estar claro que lo vaya a cumplir. Además, Xabi y su familia se encuentran muy a gusto en Madrid, algo que también juega a favor de la renovación.
Aunque no necesariamente por orden de probabilidades, pero sí de importancia, la segunda opción que maneja Alonso es la de regresar a la Real en junio de 2014, justo después del Mundial de Brasil y una vez terminado su actual contrato con el Real Madrid. Xabi nunca ha ocultado que le haría ilusión colgar las botas vestido con los colores de su equipo. En este caso, el presidente de la Real, Jokin Aperribay, tiene hilo directo con el despacho que representa al centrocampista y sobra decir que con la carta de libertad en la mano la operación sería factible para un club con limitaciones presupuestarias, pero lo suficiemente saneado. En Zubieta saben que un hipotético regreso de Xabi apuntalaría una política de cantera en la que jugadores como Iñigo Martínez, Illarramendi, Rubén Pardo, Griezmann o Iker Hernández está dando sus frutos.
El resto de opciones para Xabi son regresar a otro club que le dejó marcado como el Liverpool y donde se le sigue echando de menos o marcharse a ligas menores, como la de Estados Unidos o alguna de los países árabes, en estos casos donde seguro que le ofrecerán jugosos contratos y la exigencia será mucho menor.
"Si Xabi quiere seguir aquí, seguirá", dicen en el Bernabéu. Claro que lo mismo se escucha en Anoeta y en Anfield: "Si Xabi quiere volver, volverá". El tolosarra es dueño de su destino y el Madrid cuenta con la ventaja de que hasta enero de 2014 no puede negociar con otro club, de ahí que la renovación siga siendo la opción más factible. Lo que está claro es que ahora mismo, y salvo el improbable caso de que al Madrid se le ocurriera ponerle en el mercado, lo único que está en su mano es renovar. Mientras no lo haga, las otras opciones no están descartadas y esto es precisamente lo que puede estar esperando Xabi: a tomar la decisión correcta.
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