Es un fracaso. El Barcelona aspiraba, como es costumbre en la institución, a llegar a la final a cuatro, el objetivo siempre fijado para uno de los mayores presupuestos de Europa. Lo tenía fácil, además, porque en el top-16 había conseguido la segunda plaza de su grupo, lo que les convertía en cabeza de serie contra el Olympiakos. Su favoritismo no fue suficiente, los griegos han sido mejores en la eliminatoria y no han necesitado siquiera acudir al quinto partido. 3-1 y el Barcelona verá la gran fiesta del baloncesto europeo, que se celebrará en Madrid, desde casa.
Un triple sobre la bocina de Giorgios Printezis fue el último clavo en el ataud azulgrana, pero antes de eso se vio un equipo inferior, superado por las circunstancias contra un equipo más débil pero muy competitivo. Spanoulis, Sloukas o el propio Printezis fueron muy superiores al equipo de Xavi Pascual, un entrenador que cree en el baloncesto control y en el resultado, por lo que no tener resultados supone para él un gran lastre, pues no ofrece mucho más. 71-68, una victoria sufrida después de dos partidos en los que los griegos son superiores. El puesto de Pascual está en cuestión.
El Madrid, por su parte, sí estará en la final a cuatro. Venció al Efes Pilsen en cuatro partidos, casi lo presupuestado porque los blancos son eminentemente superiores a los turcos. Aunque no han desplegado su mejor juego y en muchas ocasiones han ido por detrás del Efes los blancos, que también tienen un amplio presupuesto, han hecho los deberes y jugarán la gran cita en su casa.
La final four cruzará en el Palacio de los Deportes al Madrid con en Fenerbahce y al CSKA con el Olympiakos. Los rusos, con el mayor presupuesto del continente y la reciente firma de Andrei Kirilenko partirán como favoritos, pero ya saben lo que es perder con esa vitola, pues es lo que les ha pasado las últimas dos temporadas. El campeón de Europa se decidirá entre el 15 y el 17 de mayo.
