Garbiñe Muguruza superó a la estadounidense Samantha Crawford, pero será la única de las cuatro españolas que comenzaron el torneo que luchará en la tercera ronda del Abierto de Australia, porque Carla Suárez cayó ante la rumana Sorana Cirstea.
Muguruza se impuso a Crawford, 162 del mundo, y campeona júnior del Abierto de EE.UU. en 2012, por 7-5 y 6-4 en una hora y 35 minutos. Suárez se quedó en el camino al ceder ante Cirstea por 7-6 (1) y 6-3 en un minuto menos.
"He tenido que estar muy concentrada porque pega muy fuerte cada golpe", señaló Muguruza, que saltó a la pista con su muslo derecho ya vendado en señal de precaución. La española no quería correr más riesgos, como en el partido anterior contra la neozelandesa Marina Erakovic y centrarse así en el encuentro contra Crawford, el primero entre ambas.
La estadounidense, que el año pasado alcanzó las semifinales en Brisbane, es como Garbiñe una gran pegadora y dotada de un eficiente servicio. Sus lesiones la temporada pasada la impidieron despegar en el circuito pero es capaz de golpear plano con gran efectividad.
Garbiñe encarriló el partido con ventaja de 3-0 pero no pudo mantenerla, y Crawford llegó a situarse con un peligroso 5-4. El francés Sam Sumyk, entrenador de la española, le indicó entonces que jugara con cabeza y Garbiñe remontó hasta romper en el undécimo (6-5).
Cuando sacaba para ganar este parcial fue cuando Garbiñe sufrió más. Solo podía hacerlo con segundos servicios e incluso cometió una doble falta en el primer punto de set. Luego se controló algo más para sentenciar en la segunda oportunidad.
Con un set en el bolsillo la tranquilidad volvió a Garbiñe, pero el partido se mantuvo igualado, con ambas jugadoras golpeando con fuerza, hasta que en el noveno, Muguruza se aprovechó de una doble falta de la americana para romper (5-4) y sentenciar después con su servicio.
Garbiñe se medirá en tercera ronda contra la letona Anastasija Sevastova, que venció a la eslovaca Kristina Kucova, por 6-3 y 6-4, y contra la que tiene una victoria, en Tokio (6-3 y 6-3), y una derrota, en el Abierto de EE.UU. (7-5 y 6-4), ambos encuentros en pista dura.
Antes, Carla Suárez se despidió con una cierta amargura, porque aunque había vencido en el partido anterior a la eslovaca Jana Cepelova, sacando más flojo y protegiendo su hombro maltrecho , no pudo hacer lo mismo contra Cirstea, que ya había derrotado a la española en tres ocasiones en pista dura, en torneos ITF.
Carla Suárez planteó el partido con paciencia, intentando mover a su adversaria de lado a lado de la pista, pero cada vez que sacaba corría peligro de ceder su saque. Tuvo que afrontar 15 puntos de rotura y al final lo cedió seis veces. Demasiada ventaja para la rumana.
Carla se despide así de este Grand Slam después de acudir a Melbourne a última hora tras ser baja en los torneos anteriores de Brisbane y Sydney. En Melbourne había llegado dos veces a los cuartos de final, 2009 y 20016, sus dos mejores resultados en nueve participaciones.
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